Ante los recientes rumores de los últimos días sobre ciertas desavenencias entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el secretario de Economía del PSOE, Manuel de la Rocha Vázquez, quisó ayer zarjar la discusión asegurando que la dirección del partido «es una piña con su secretario general porque Sánchez es el mejor activo que tiene el PSOE».

Al ser preguntado entonces a qué se deben las informaciones sobre discrepancias entre la dirección federal del partido y la Ejecutiva andaluza, apuntó que «hay mucho» de intentos de la prensa de «incitar la división» y «mucho sensacionalismo».

De la Rocha añadió que toda la Ejecutiva «considera de forma unánime» que el Partido Socialista debe hablar de los problemas de los ciudadanos y no de los del partido, y que así lo dijo el pasado martes la propia presidenta andaluza, Susana Díaz.

De hecho, insistió en que los españoles tienen «muchísimos problemas» pese a lo que diga el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. A su modo de ver, las palabras de Rajoy dando la crisis por pasada son «un poco de risa» y además demuestran una «enorme falta de sensibilidad con las familias que sufren» y un «enorme conformismo», porque hay 5,5 millones de parados y se está saliendo de la crisis con precariedad, salarios bajos y menos derechos.

Así, reconoció que para los socialistas es «muy difícil» llegar a acuerdos con el PP por «el tipo de políticas que está haciendo en esta legislatura», aunque recordó que el PSOE ha propuesto tres pactos de Estado: uno para reformar la Constitución, un segundo de política energética y otro más sobre educación.

Por otro lado, negó que su partido esté afectado por un supuesto síndrome Podemos, e incidió en que están construyendo su propia alternativa al PP. Con todo, reconoció que los progresistas se sienten «muy cercanos a los votantes de Podemos», porque «muchos» han apoyado al PSOE y ahora están «cabreados». Además, no cree que se pueda comparar al partido de Pablo Iglesias con las formaciones de extrema derecha y xenófobos de otros países de la UE: «No me parece lo más afortunado».

De la Rocha se preguntó cuál es el verdadero programa de Podemos, porque mientras muchos de sus dirigente vienen «de los más de izquierdas de IU» están matizando su programa y se presentan como socialdemócratas, incluso con propuestas que ya ha hecho el PSOE como una banca pública.

Eso sí, dado que el partido morado dice que su proyecto es como el de los socialistas de los 80, el dirigente del Ferraz replicó que «el mundo ha cambiado mucho en estos últimos 30 años» y ellos «no se han enterado».

Más respaldos.

En la misma línea que De la Rocha se mostraron otros dirigentes socialistas. Así, la presidenta del PSOE y del PSOE-A, Micaela Navarro, defendió que Pedro Sánchez «está haciendo lo que tiene que hacer», estar todo el día trabajando en la calle, al tiempo que señaló que Susana Díaz tiene muy claro que su responsabilidad está en este momento en Andalucía, de manera que no cree que esté pensando en otra cosa que no sea dar solución a los problemas de esta comunidad sureña.

Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, aseguró que existe «unidad absoluta» en el partido en torno a la figura de Sánchez.

El político también recalcó que «desde el pasado mes de junio han notado un cambio en el PSOE necesario para después cambiar España». «El conjunto del partido desde la unidad y la cohesión está construyendo un nuevo proyecto» afirmó el riojano.