El caso del cadáver de La Marmota, archivado

MARCELO ORTEGA
-

Las diligencias sobre el ADN permiten identificar el cadáver, perteneciente a una persona de nacionalidad extranjera, pero no hay indicios que apunten a que fue una muerte violenta

Toca a su fin la investigación judicial que en octubre de 2016 desencadenó el hallazgo fortuito de un cadáver en un pinar cercano al paraje de La Marmota, junto al río Júcar. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC-M) aseguraron que la instrucción va a quedar archivada después de que las diligencias de investigación no hayan encontrado pruebas sobre una posible muerte violenta. Esas pruebas también han conseguido dar una identidad a los restos, aunque esa identificación no ha trascendido. Las mismas fuentes sí apuntaron que se trata de una persona de nacionalidad extranjera, una posibilidad que ya se apuntó tras el descubrimiento de los restos humanos, toda vez que la zona es muchas veces zona de asentamiento de temporeros cuando llegan los meses de campañas agrícolas. Las pesquisas para determinar si existió un crimen terminan 14 meses después con la tesis de que el fallecido murió por circunstancias naturales.