Las quejas por la contaminación acústica suben durante el verano

Ángel Romero
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El concejal de Seguridad Ciudadana ha informado que el problema de las molestias por ruidos se incrementan durante la época veraniega y la Policía Local aumenta la vigilancia

Imagen de archivo de un control establecido en una calle de la ciudad. - Foto: Ángel Romero

Si los problemas causados por la  contaminación acústica son una constante en cualquier momento del año, la situación se agrava durante la época estival, momento que se hace más facilmente detectables y molesta para quienes deben soportala, bien de una manera más o menos regular, o de forma puntual.

A pesar de que el verano suele ser propicio para que un número importante de ciudadanos se encuentren de vacaciones y con ello prolonguen las actividades lúdicas nocturnas, junto a los mismos existen otras personas que reclaman su derecho a disfrutar del descanso sin molestias.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Jesús Tébar, ha indicado que una parte de los requerimientos que se producen a la Policía Local, encargada entre otros apartados de vigilar la citada contaminación, están relacionados con quejas motivada por ruidos, aspecto que se incrementa de manera habitual cuando llegan los meses de estío.

causas. Tébar aludía, entre las situaciones que provocan más intervenciones del cuerpo de seguridad local, a las peñas de jóvenes, que años atrás existían con una temporalización definida en el calendario, desde unos meses antes de Semana, hasta que la misma se daba por concluida, rescindiendo entonces los contratos de alquiler de locales: «En los últimos tiempos esto ha cambiado --continuaba explicando-- ya que son bastantes los lugares de este tipo que permanecen abiertos todo el año, ocasionándose en algunos de ellos problemas, que son denunciados por los vecinos».

También se producen molestias nocturnas en algunos locales públicos, si bien en este sentido el concejal recordaba que los mismos están regidos por un horario de actividad y en caso de no cumplirlo se procede a sancionarlos. Por otra parte los afectados pueden solicitar en cualquier momento una medición de ruido en sus domicilios, que también realizan los agentes de la Policía.

«Hay otro tipo de contaminación acústica que tiene su origen en grupos de personas al transitar por las calles hablando en voz alta o cantando y otro de los aspectos negativos habituales tiene su origen en los vehículos, bien por utilizar el denominado escape libre o la música excesivamente fuerte. Estos últimos casos son más difíciles de controlar, ya que tienen un carácter esporádico y localizado en los sitios por donde circulan, aunque periódicamente se realizan campañas y controles para tratar de evitarlos», informó.