Los monólogos regresaban ayer a la programación de Las Noches del Auditorio del Centro Comercial y de Ocio Imaginalia de la mano del humorista gaditano Ismael Beiro, que saltó a la popularidad tras ganar la primera edición del concurso Gran Hermano en el año 2000. Después de su paso por el reality show de Telecinco frecuentó otros programas como La isla de los famosos o Sabor a ti, debutó en el cine y en el teatro y, finalmente, en 2009, daba el salto a los monólogos de humor.

¿Cómo definiría su actual espectáculo, Indeleble?

Como dice su título son cosas que no se pueden borrar. Hablamos de temas tan comunes como la guerra de sexos, los conflictos familiares, las despedidas de soltero, temas sociales, la llamada desaceleración económica... aunque al final la mayor parte del tiempo siempre recurres a la pura improvisación.

Los primeros minutos de esos monólogos serán los más complicados, ¿cuál es la fórmula para conectar con la audiencia?

Claro, los primeros cinco minutos son brutales, tienes que arrancar siempre llevando al público a tu terreno. La comedia no es más que darle la vuelta a las cosas cotidianas y darles una pincelada de humor.

¿De dónde saca la inspiración?

Algunas veces estoy en la ducha y en vez de cantar estoy pensando y cuando se me ocurre algo salgo corriendo y lo apunto en el móvil. Otras veces sale conversando con los amigos, sentado en un bar... anoche mismo estaba con Quique San Francisco  de tertulia en su casa y viendo un documental  me empezó a contar cosas y yo no paraba de apuntar.  Me quedo con prácticamente todo lo que sucede a mi alrededor.

¿Qué le llevó a dar el salto a este género?

Al principio de mi aparición en los medios de comunicación   yo no sabía cuáles eran las reglas, las claves para escribir comedia, pero después vas descubriendo que  tienes una faceta cómica, que incluso está presente en mi familia; mi madre, mi padre, mi hermano... y vas explotándola.

¿En qué medio se ha encontrado más a gusto?

Nada debe estar reñido con nada, conocemos a cantantes que son actores, a actores que son presentadores... Dani Martín comenzó en un programa infantil o Victoria Abril en el Un, Dos, Tres. Me encuentro cómodo en cualquier medio en el que me divierta, en la radio, haciendo un papelito en una película, o desarrollando el bicho televisivo que llevo dentro.

¿Cómo recuerda la experiencia de Gran Hermano?

Fue un programa que marcó los tiempos. La sociedad va evolucionando y con ella la televisión, lo que vemos en Gran Hermano no es un reflejo exacto de la misma, pero sí una muestra representativa de los perfiles que existen, aunque yo no me identifique con la gente que hay ahora, más preocupada por llevar una camisa bien planchada o por resaltar músculo.

¿Dónde estaría el secreto de la telegenia?

La verdadera clave está en la naturalidad, en ser uno mismo. Ten van a querer como eres, con tus defectos y virtudes.

¿Algún nuevo proyecto a corto plazo?

Ahora se emite en Canal Sur El manager, un programa cazatalentos que he producido yo y se emite los domingos por la noche. También estoy interpretando un papel simpático en una obra de Molière, El burgués gentilhombre, en el Teatro Victoria de Madrid.