Franco no está solo

M.M.B.
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Hace 40 años, fueron muy pocas las familias de Albacete que accedieron a trasladar los restos mortales de sus fallecidos en la Guerra Civil al Valle de los Caídos

Cuando el 1 de abril de 1959, coincidiendo con el 20 aniversario del final de la guerra civil, Franco, bajo palio, inauguró la basílica del Valle de los Caídos, bajo sus pies, en la cripta estaban ya enterrados los restos de 65 albacetenses.

Han pasado 60 años desde que el Ministro de Gobernación, Camilo Alonso Vega, diera órdenes a los gobernadores civiles para que pidieran a todos los alcaldes que buscasen candidatos a ser enterrados en el faraónico monumento que se estaban terminando de construir. El régimen tenia prisa, a un año de la inauguración eran necesarios cuerpos para alimentar tan vasto mausoleo. No fue fácil. Eran años de posguerra y hambre, de represión, y pocas familias mostraron su entusiasmo porque los restos de los suyos fueron desenterrados para ser llevados a 300 kilómetros.