Dos años ha estado viajando la droga que se incautaba en Albacete a Alicante. Pero ese trasiego de estupefacientes se acabó. La provincia recuperó en agosto el laboratorio de estupefacientes y desde entonces se ha encargado de la destrucción de 135 kilos de drogas incautadas en Albacete y otros 39 que fueron requisados en la provincia de Cuenca, según datos aportados por la Subdelegación del Gobierno, administración de la que depende este servicio.

El de Albacete está calificado como un laboratorio básico y se encarga tanto de la droga incautada en las provincias de Albacete y Cuenca. La droga que incauta la Guardia Civil y la Policía Nacional, desde grandes alijos a pequeñas cantidades, es remitida a este servicio cuya ubicación se guarda con celo. Una vez que la sustancia está en sus manos, el laboratorio realiza los análisis cualitativos oportunos para determinar si es droga o no y qué tipo de droga es.

Cuando el alijo incautado es considerado tráfico de drogas y por tanto el caso queda en manos de los juzgados, hay que realizar análisis cuantitativos de la sustancia estupefaciente, es decir, determinar la pureza de la droga. Esta análisis se hace en Toledo, pero es el laboratorio de Albacete el que prepara las muestras analíticas que son enviadas a Toledo. Drogas como la cocaína se incauta en diversos grados de pureza y suele adulterarse normalmente con ácido bórico, sustancia cuya utilización es ilegal; también con fenacetina y lidocaína, entre otras, según datos facilitados por Subdelegación del Gobierno. Los responsables del laboratorio indicaron que en Albacete no se detectan nuevas drogas desde hace ya muchos años. Más información en edición impresa