La Junta atendió en 2015 más de 2.900 emergencias por teleasistencia

TERESA ROLDÁN
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El tiempor de espera se ha reducido y en la actualidad desde que el centro de atención recibe la llamada hasta que moviliza los recursos propios es de tres minutos y 20 segundos o de cinco minutos y 50 segundos si requiere de medios especializados.

El servicio público de teleasistencia que ofrece la Consejería de Bienestar Social y que desde hace más de dos años presta la entidad Tunstall Televida, da atención en estos momentos a 9.251 usuarios de la provincia de Albacete, con un total de 7.555 terminales instalados, lo que supone el 19% de toda la comunidad autónoma, donde esta prestación llega a 47.446 personas mayores con 37.897 terminales colocados en domicilios que en algunos casos dan servicio a los dos cónyuges.

Si bien a nivel  regional este servicio está implantado en el 91,62% de los municipios, en la provincia de Albacete la implantación es del 100%, según la información facilitada por la Dirección Provincial de Bienestar Social de la Junta de Comunidades. Además, la cobertura de esta prestación es del 12,23% del conjunto de las personas mayores, aunque aumenta en el caso de los mayores de 85 años, donde se eleva al 29,95%.

Del total de personas que se benefician de la teleasistencia, el 70,71% son mujeres, un porcentaje que levemente se ha incrementado respecto al año pasado, que era del 69,63%.

Emergencias. El centro de atención de este servicio, ubicado en Guadalajara, pero que da cobertura a las cinco provincias de la región, atendió durante el 2015 un millón de llamadas, de las cuales 280.188 han sido recibidas en el centro de atención y 875.111 emitidas desde este centro.  De todas ellas, 14.706 fueron llamadas por emergencias, y de ellas, 2.930 procedían de usuarios de la provincia de Albacete.

La mayoría de estas emergencias fueron de tipo sanitario o social, que fueron resueltas gracias a los recursos propios del servicio o a los familiares de los usuarios, aunque también se han movilizado recursos externos.

El servicio de teleasistencia ofrece seguridad y tranquilidad a las personas mayores que hacen uso del mismo, con dependencia o discapacidad y a sus familias, mejorando su calidad de vida y aumentando las posibilidades de permanencia en sus domicilios. Permite a la persona o personas beneficiarias estar conectada mediante su terminal las 24 horas del día y los 365 días del año a un centro de llamadas, que está atendido por personal preparado para dar respuesta a sus demandas y sus necesidades. En caso de emergencia la persona puede solicitar ayuda de forma inmediata, tan sólo con pulsar un botón desde cualquier punto de su casa.

De hecho, los tiempos medios de respuesta y movilización de recursos ante una emergencia se han venido reduciendo en los últimos años, y oscila entre los tres minutos y 20 segundos si la actuación supone la movilización de recursos propios, que implica el 65,34% de las llamadas de emergencia y los cinco minutos y 50 segundos si la intervención requiere de atención especializada.

Envejecimiento activo. También con el objetivo de personalizar la información que reciben las personas usuarias, se les ofrece otro tipo de mensajes según la situación vital de cada caso, desde acompañamiento en el duelo, consejos ante problemas con el sueño, déficits auditivos, así como recomendaciones para el uso correcto de los medicamentos.

El servicio de teleasistencia trabaja con un enfoque en el que el envejecimiento es una etapa del ciclo vital de las personas, de  ah í que se trabaje en una doble vertiente que comprende tanto la superación de la merma de las capacidades asociadas a la edad y, por otro lado, se hace hincapié en las potencialidades del logro de cumplir años. En este sentido, las actividades se articulan en torno a tres áreas: la prevención de riesgos, por lo que se ofrecen a los usuarios recomendaciones de prevención relacionadas con las caídas y otros riesgos dentro y fuera del hogar;la promoción y participación social y la promoción de la salud, mejorando los hábitos de vida de los mayores para garantizar un envejecimiento saludable, lo que retrasa los procesos de dependencia. En concreto, durante el 2015 se han realizado 701 actividades grupales en 205 localidades de la región, a las que asistieron casi 7.000 usuarios del servicio.