La misma cloaca, platos diferentes

Antonio Pérez Henares
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Los políticos han metido a España en un pantanal que apunta hacia la catástrofe en el que solo importa embestir al contrario

La cloaca es la misma, los métodos idénticos y los esfínteres de desagüe de la pestilencia, gemelos univitelinos. Pero si la mierda cae sobre los «nuestros» es algo repulsivo y se hacen ascos y remilgos sobre su olor, procedencia e intención, pero si se desparrama sobre los «suyos» resulta un plato que se degusta, se ensalza y se reparte con alborozo. 

El orden de factores, «suyos» o «nuestros», Lola o Cospe, Cospe o Lola, no afecta al producto pero sí a las cadenas de cocinado y distribución y a los maitres encargados de servir el guiso. Esto es España, esto es la política al uso, esta la calidad de nuestros políticos y este el pan nuestro de cada día. Algo que cada vez apesta más y provoca la arcada de quienes no están metidos en el fangal hasta el corvejón o cavan las trincheras mediáticas desde las que disparar la porquería.

Cada vez escucho a más gente, de la que merece ser escuchada por trayectoria, honradez y trabajo, que manifiesta el dolor primero que eso le ha producido y le produce, y la necesidad vital y personal de alejamiento que el espectáculo político le produce. Por higiene mental, de entrada y por pura autodefensa, de salida. Cada vez son más los que, con argumentos y exposición razonada de hechos acaecidos y comprobados, señalan a todos, sin excepciones, como responsables del pantanal en que España, nuestra España, nada de Estepaís, que es como todos estos impresentables que debieran representarla la llaman, está metida, la han metido y está en el más peligroso trance desde que reconquistó la democracia y las libertades. Y que, mientras los peligros se agigantan y amenazan, lo que hacen quienes debieran hacerles frente y despejar futuro es tirarse los unos a los otros las boñigas a la cara. Deposiciones que cada día y con continuidad y precisión les son generosamente servidas.