Álvaro Bonillo, concejal delegado de Seguridad y Tráfico, acompañado por el intendente jefe de la Policía Local, Federico Gómez, presentó ayer ante los medios de comunicación los resultados y conclusiones obtenidos tras la realización, por parte de la estudiante de Criminología, Luz García, de un completo estudio que analiza  el conjunto de accidentes de tráfico ocurridos en el casco urbano en el período 2007-2015.

Este estudio, se ha enmarcado basado en el objetivo primordial de la DGT, y que no es otro que la reducción de la siniestralidad en las ciudades, en donde el accidente más habitual es el atropello.

políticas. Según indicó Álvaro Bonillo, «la ciudad de Almansa no es inmune a la problemática que se plantea desde la DGT, es por ello que desde el equipo de Gobierno llevamos años realizando políticas que generan actuaciones ante accidentes con víctimas. En este sentido -dijo- se ha intensificado la disciplina vial junto con una muy buena gestión administrativa de las denuncias, además de un control exhaustivo de aquellas infracciones que conllevan la retirada de puntos», subrayó el concejal.

Por su parte, el intendente jefe de la Policía Local, Federico Gómez, incidió en «el incremento de los controles policiales (cinturón, alcohol, documentación...), y una mayor presencia policial en las calles. Este hecho -señaló- ayuda mucho a que los conductores gestiones su conducción con una menor distracción», señaló.

conclusiones. Luz García, autora del estudio presentado ayer,  manifestó que a pesar de los 382 accidentes censados desde el 2007 hasta abril de 2015, «se puede concluir que Almansa es una ciudad segura, en la que las medidas de prevención en seguridad vial  implementadas por la administración local están produciendo muy buenos resultados», señaló.

En el aspecto de la variable de edad, el estudio concluye que se observa un aumento en la media de la edad en los conductores implicados en accidentes de tráfico. «El grupo de edad de 35 a 65 años es el que presenta una mayor implicación en los accidentes hasta el año 2010. A partir de ese momento van a ser los jóvenes de  18 a 35 años los que con mayor frecuencia estén implicados como conductores. El grupo de edad de 65 años es el que menor representación tiene como conductores implicados en accidentes durante todos los años.

Las causas de los accidentes según el estudio son: 39 por ciento por distracción del conductor. Un 34 por ciento por no respetar las normas el conductor, y un 25 por ciento por imprudencias de los intervinientes en los accidentes.

Según indicó Luz García, «de acuerdo con los resultados enumerados, cabe una reflexión, se debe de trabajar en prevención de los accidentes de tráfico con un mayor ahínco. Hay que incidir en el respeto de las normas y evitar las distracciones, y esto no solo debe de hacerse con los niños, que ya se hace, sino también con los adulto. Además -concluye García- se debería de trabajar más en la disciplina vial para conseguir que las imprudencias (un 25 por ciento) disminuyan, y con ellas el descenso de los accidentes», dice.