El martes que viene, 2 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Arquitectura y, para conmemorarlo, el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha va a colocar a uno de los edificios más emblemáticos de la capital, el de Legorburo (en la esquina de Marqués de Molins con calle Mayor), una placa que le acredita como incluido en el Registro Docomomo Ibérico. La importancia radica, además, en que es el único edificio de la capital incluido.

Este registro es en realidad un fondo de Documentación y Conservación de la arquitectura y el urbanismo del Movimiento Moderno (de ahí las siglas, Docomomo) y el propósito con el que se creó fue estudiar y documentar la arquitectura de ese movimiento y que fuera reconocido como parte de la cultura del siglo XX.

En el Registro Docomomo  Ibérico solo aparecen dos edificios de esta provincia, el de Legorburo, en Albacete, y el Pueblo de Colonización Cañada de Agra, en Hellín, para el que está previsto celebrar un acto similar el día 4. En toda Castilla-La Mancha sólo hay seis edificios en el Registro.

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