La Santa dejó huella al pernoctar en una humilde casa de la ciudad

Teresa Jiménez
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La fe de tres mujeres, Águeda de la Natividad, Isabel de la Purificación (Isabel López) y Catalina de la Concepción en la profecía de Santa Teresa, logró la fundación del convento

Casa donde pernoctó la Santa a su paso por Villarrobledo, en febrero de 1580. - Foto: Teresa Jiménez

Fue en el siglo XVII cuando se construyó la iglesia y el convento que acogería a la Orden de las Carmelitas Descalzas de Villarrobledo. El primitivo monasterio y la iglesia desaparecieron en 1974. Hoy, la Orden de las Carmelitas Descalzas cuenta con un convento de nueva construcción instalado en los terrenos de la antigua ermita de San Antón.

La nueva construcción es de un estilo popular o de tradición manchega. Del antiguo convento conservan un escudo en piedra del siglo XVIII.

La calle Las Madres recibe su nombre del antiguo convento de las Madres Carmelitas Descalzas, Orden instalada en Villarrobledo tras la visita de Santa Teresa de Jesús a esta ciudad en 1580, concretamente el 13 de febrero cuando la Santa pernoctó en una humilde casa situada en la calle  Travesía de Las Madres.

 El convento de la Orden Carmelita se construyó a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII y desapareció en la década de los años setenta.  

La publicación Iglesias y Conventos del reconocido historiador de Villarrobledo, Virgilio Espinar -ya fallecido-, recoge los orígenes que llevaron a tres beatas a seguir la profecía de la Santa consolidando así la Orden en el municipio. En el año 1660 la manzana que hoy ocupan las calles Madres, Travesía de las Madres, Arcipreste Gutiérrez y Real la componían doce casas que incluía  la de una de las beatas Isabel López, convertida en Oratorio.

De todas las viviendas, siete eran solares abandonados con motivo de las continuas sequias, unidas a plagas de langosta y epidemias acaecidas en Villarrobledo que de aquellos veinte mil hipotéticos habitantes a mediados del siglo XV había quedado reducido a la cifra de poco más de tres mil, desde cuya fecha se inica la escalada ascendente hasta nuestros días.

Las beatas reunieron 600 ducados, importe de cuatro casas o solares que cercaban el Oratorio sobre el cual levantarían la iglesia y convento que fue derribado en el año 1974, lo que impidió que el mencionado convento ocupase la totalidad de la manzana de la calle Madres.

Son numerosos los documentos relacionados con las donaciones al Beaterio por las jóvenes que se incorporaban siguiendo la profecía de Santa Teresa de Jesús impulsada por las tres beatas.

 A finales del siglo XVII se empezó a pensar en la construcción de un convento correspondiente a la Orden Carmelitana.

Como rectora de la nueva congregación fue elegida Agueda de la Natividad que impuso los votos de pobreza, castidad y obediencia. Su fama soprepasó los límites de la comarca. Los prodigios de la beata llegaron a la corte y se despacharon correos reales a Villarrobledo en marchas forzadas de don Juan de Austria su apoyo.