El inquilino perpetuo del Altozano

Maite Martínez Blanco
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Una vieja chaqueta de pana y rostros surcados de ancianos manchegos sirvieron de modelo para crear en bronce el Monumento al Cuchillero, que cumple estos días 20 años

El cuchillero del Altozano se nos ha hecho mayor. Son 20 años ya los que este monumento de bronce, de 400 kilos de peso y dos metros de altura, habita en el corazón de la ciudad. El 'mochilero', como se le conoce popularmente, aunque el gremio de las navajas prefiere el apelativo de cuchillero, se ha ganado el afecto de la ciudad. Dos décadas dan para mucho, la capital ha cambiado de alcalde hasta en cinco ocasiones; han nacido nuevos barrios insospechados cuando se plantó esta estatua, tenemos un aeropuerto desierto y una estación de AVE que ansía ser un centro comercial. Ni lo uno ni lo otro existían aquel 27 de febrero de 1998 cuando, con todos los honores, se descubrió a nuestro protagonista. Una conferencia de Juan José García Carbonell en el Auditorio Municipal precedió al descubrimiento de este monumento el 27 de febrero de 1998, un acto que estuvo presidido por el entonces presidente de la comunidad, José Bono.