Biblioteca Solidaria

I.M
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Cáritas, RqueR, Sercoval y Aluex llevan a la BPE a los usuarios de sus casas de acogida o de sus programas de formación e inserción o a sus jubilados y Medicus Mundi, sus cuentos y relatos

Biblioteca Solidaria - Foto: Arturo Pérez

Cuando uno habla de biblioteca habla de cultura,  de libros, pero una biblioteca es mucho más pues también está la biblioteca solidaria esa que presta espacio, lectura, cine e internet a todas esas personas que llegan  hasta las dependencias de la  Biblioteca Pública del Estado en la calle de  San José de Calasanz derivadas vía entidades  o asociaciones como  Cáritas, El Sembrador, RqueR, Asociación El Llanero Solidario, Acogida Mujeres, Accem, Sercoval (Jovenalba), Aula de Familia, Farmamundi, Cruz Roja,  Medicus Mundi, Aluex, Asprona, Fesormancha, Acmil, Talitha,  Adicae, Aieti (Asociación de Mujeres) o el Banco de Alimentos, entre otras.
Deborah  Fernández, de Sercoval, trabaja en una casa de acogida de mujeres dependiente del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha. Nada más entrar, a estas mujeres, cuyas edades oscilan entre los 18 y los 30 años,  y a sus hijos se les pone a su disposición el servicio de préstamo de lectura de la BPE, así como el de la bebeteca y el de otros espacios infantiles, además de las aulas de formación y sus ordenadores. La colaboración que desde hace años mantienen con la biblioteca se materializa a través de dos vías, o bien de forma individual  o bien conjuntamente cuando de lo que hablamos es de cursos de búsqueda activa de empleo o de formación en aras ya no sólo de integrarse en la sociedad, sino también de ruptura de su brecha digital ayudándoles a algo tan habitual como es el manejo de un ordenador y enseñándoles, por ejemplo, a presentar su curriculum  de forma digital. En definitiva, Sercoval,  lo que  les enseña es  a coger la dinámica bibliotecaria.

 Isabel Soria está al frente del Programa de Empleo y Formación  de Cáritas. Desde hace unos siete años este programa,  lo mismo que otros de esta ONG como el de infancia, es usuario de la Biblioteca Pública del Estado, en concreto, de su aula de alfabetización informática. Soria trabaja con jóvenes en riesgo  de exclusión procedentes de diferentes barrios de la ciudad,  pero como ella misma dice, la informática, no obstante, es la excusa para que estos pierdan el miedo a la gente y a la biblioteca  y vean la biblioteca no sólo como un lugar de estudio sino también como ese lugar integrador  que puede llegar a ser, en donde uno puede sacar libros pero también películas o revistas, así como  en donde uno puede reunirse con otros gracias  a los clubes de  lectura, o en donde puede  escuchar una conferencia o  puede  ver una exposición  y todo ello, además, gratis. En más de una ocasión el  inicio de la colaboración entre los jóvenes del programa con la biblioteca es una visita guiada por las instalaciones a cargo del director Juan Manuel de la Cruz, y el punto final no es otro que su conversión en un  usuario continuo gracias a los cómics  o a los libros de cocina, por ejemplo.

 

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