Cernicharo: «El siglo estará plagado de descubrimientos»

A. Díaz
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El profesor e investigador albacetense del CSIC y científico de la misión del satélite Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) y RSEF habló en el Ateneo sobre 'El Universo Invisible'

José Cernicharo Quintanilla, profesor de Investigación del CSIC y científico de la misión satélite Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) y RSEF, ofreció una conferencia en el Ateneo Albacetense, dentro del ciclo 2015 Año Internacional de la Luz, con el título El Universo Invisible.

El investigador comentó a La Tribuna de Albacete que «me parece una idea excelente para divulgar la ciencia y motivar el deseo de conocer más sobre los diferentes temas que se van a tratar en este ciclo de conferencias. La ciencia española ha salido bastante tocada de la crisis que estamos viviendo. Divulgar la ciencia es una de las tareas básicas de los científicos. Reclamar la atención de la sociedad a los problemas que la ciencia de este país está teniendo es un deber moral».

Avanzó que «mi principal área de investigación es la astroquímica, el estudio de la complejidad química en el Universo. Las estrellas que vemos en el cielo se forman en lo que llamamos las nubes moleculares y mueren dando lugar a otras nubes moleculares. Es un ciclo de la materia que se repite desde que se formaron las primeras galaxias y estrellas unos 800000 años después del origen de nuestro Universo (el big bang). De una manera resumida mi investigación estará centrada en la química del gas y de los granos de polvo que pueblan nuestro Universo. Es un proyecto multidisciplinar muy ambicioso donde científicos de muchas áreas e ingenieros vamos a tratar de dar respuestas a algunas cuestiones fundamentales sobre esos diminutos granos de polvo que al cabo de millones de años terminan formando planetas como la Tierra».

Sobre el Universo Invisible y la existencia de un universo paralelo decía que «no es que haya un Universo paralelo al nuestro, es que nuestro Universo emite en longitudes de onda de la luz que son invisibles al ojo humano. La mayor parte de nuestro conocimiento, por no decir casi todo, del origen de nuestro Universo (el big bang o la gran explosión), proviene de observaciones a frecuencias de onda radio que sólo pueden detectarse, o verse, con radiotelescopios.  Nuestro conocimiento de cómo se forman las estrellas y los planetas a su alrededor provienen de observaciones del gas con radiotelescopios y de los granos de polvo con telescopios infrarrojos.  La ciencia en general es un producto de la curiosidad del ser humano, del intento de comprender lo que vemos y lo que no vemos pero que sabemos poner en evidencia. Esta conferencia está dedicada a una parte del Universo que sólo se puede ver en el infrarrojo y en el dominio de las longitudes de onda radio, un mundo invisible para nuestros sentidos pero lleno de información sobre el origen y evolución de la materia».

«El aumento de la sensibilidad de los detectores en los distintos dominios de longitudes de onda en los que trabajamos los astrofísicos- decía- , así como la posibilidad de construir telescopios cada vez más grandes utilizando cada vez materiales más sofisticados y ligeros, han permitido estudiar objetos cada vez más lejanos, acercándonos a los orígenes del Universo. Podemos explorar millones de estrellas, colectar la información de sus propiedades en un periodo de tiempo de observación razonable, dos-tres años (misión GAIA por ejemplo). El observatorio Europeo del Hemisferio Sur va a construir un telescopio óptico/infrarrojo de 42 metros en Chile. Acabamos de terminar la construcción en el desierto de Atacama de un conjunto de 66 radiotelescopios que podrán combinar sus señales para proporcionar el equivalente de un telescopio de hasta 15 km. de diámetro. El siglo XXI estará plagado de descubrimientos científicos sobre nuestro Universo. Esperemos que España apueste por la ciencia y que el éxito que hemos tenido en los últimos 30 años se incremente».