Atenas niega una marcha atrás

Agencias
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Varoufakis descarta nuevos despidos de funcionarios ni recortes de salarios o pensiones, pese al plan de reformas presentado al Eurogrupo para conseguir una prórroga del rescate

 
 
A pesar de que muchos consideran que el Gobierno de Alexis Tsipras ha claudicado ante las exigencias del Eurogrupo para conseguir una prórroga de la ayuda financiera y ha roto su compromiso contra la austeridad al presentar una serie de reformas que incumplen algunas de las medidas ya anunciadas por el Ejecutivo, como la ampliación del salario mínimo o la contratación de nuevos funcionarios, desde Syriza se mostraron ayer rotundos en negar que se haya dado una marcha atrás. 
En este sentido, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, quiso avisar a la población de que dentro de los ajustes no se van a efectuar recortes de empleo en el sector público ni rebajas de los sueldos o de las pensiones, al tiempo que remarcó que el Gabinete tiene el derecho de alterar las condiciones de las privatizaciones en curso, aunque no habrá cambios en los procesos ya cerrados.
«Lo que estamos tratando es de crear un puente de cuatro meses durante el que consigamos cancelar las medidas recesivas y trabajar en un nuevo programa de reformas que permita levantarse a la sociedad griega», explicó.
Así, subrayó la necesidad de que el objetivo de superávit primario establecido para la nación mediterránea no sea superior al 1,5 por ciento del PIB y advirtió de que una meta del 3 por ciento sería «catastrófica».
Por otro lado, el político apuntó que el Gobierno no ha dado un giro de 180 grados en sus posiciones y subrayó que su misión «no es crear conflictos con sus socios, sino renegociar un nuevo acuerdo».
«Lo comprometido no supone un cambio de 180 grados», insistió. «Lo habría sido llevar esta negociación a un callejón sin salida y no lo hicimos porque estamos interesados en un pacto mutuamente beneficioso», añadió.
En cuanto al desarrollo de las negociaciones, el ministro criticó el exceso de «legalismo» y señaló que «el mayor problema es que en las cumbres del Eurogrupo raramente tratan de finanzas, y sí más sobre procedimientos y reglas». «Yo no soy bueno en eso», reconoció el carismático político.
Por último, Varoufakis consideró factible un retorno de Grecia a los mercados de capitales cuando haya logrado atraer inversiones, pactado la reestructuración de su deuda y registrado superávit primarios. Tal y como explicó, para volver «necesitas cumplir tres criterios: inversiones, una reestructuración de la deuda y superávits». A este respecto, indicó que las conversaciones sobre la reestructuración del déficit heleno «empezarán pronto». 
Entre tanto, el primer ministro, Alexis Tsipras, aseguró que quiere poner en marcha rápidamente las reformas en su país, para que la nación pueda recuperar credibilidad ante sus socios europeos. 
«Hemos dado el paso. La situación es difícil», avisó el premier, quien manifestó que tiene que convencer a sus compañeros en el Eurogrupo de que Grecia «dará los pasos necesarios en ámbitos complicados».