El albacetense Enrique Rubio se coronó en Arnhem como campeón del Mundo en la categoría de Derrapes y es el primer europeo en ganar esta modalidad en los últimos nueve años. El año pasado, en los WRG de China, terminó en tercer lugar y se quedó a un paso de su objetivo. Ahora, ya puede decir que es campeón del mundo, «mentalmente venía bien preparado y aunque el nivel era altísimo, me aclimaté bastante bien al suelo y apenas he fallado. Estoy muy satisfecho». La final fue tensa desde su inicio y los competidores pusieron las cosas muy difíciles al patinador albacetense, «he dado lo mejor de mí y al final he podido quedar primero. Sinceramente, mis expectativas eran llegar a la final. No me esperaba ganarla. Ha sido muy intenso», concluyó el nuevo campeón del mundo de la prueba de derrapes.