La tensión vuelve a Venezuela

Agencias
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Las protestas opositoras regresan tras la muerte de un joven a manos de un policía, mientras Maduro insta a los chavistas a salir a las calles con los militares para frenar a los 'golpistas'

 
 
La muerte de un joven de 14 años por un disparo efectuado por un policía durante una protesta en la ciudad de San Cristóbal volvió a poner a Venezuela en el punto de mira, después de que el Gobierno haya proseguido con su cruzada contra los opositores y los antichavistas hayan decidido volver a las calles para rechazar las políticas del Ejecutivo de Nicolás Maduro.
El propio presidente salió ayer al paso del fatal desenlace, enviando sus condolencias a la familia del menor, Kluivert Roa, aunque defendió que las Fuerzas del Orden se estaban defendiendo e insistió en que en el país «está prohibida la represión armada» y explicó que los agentes fueron «rodeados, golpeados y atacados con piedras» por un grupo de jóvenes. «Uno de los policías disparó la escopeta de perdigones y asesinó a este muchacho. Condeno este hecho», subrayó.
Pese a su crítica, aseveró que el incidente forma parte «de un plan de una minoría llena de odio, de violencia, que quiere dar un zarpazo a la revolución bolivariana». Por ello, censuró que los planes de desestabilización promovidos por la oposición y apoyados por EEUU siguen su marcha en el país, con grupos antichavistas tratando de incendiar las calles, por lo que pidió al país estar «en alerta». De hecho, ordenó a los chavistas «salir a las calles» junto a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para detener a quienes intenten llegar al poder «por la vía de la violencia». 
Entre tanto, decenas de estudiantes se concentraron por la tarde ante la sede del Ministerio del Interior en protesta por la muerte de Roa, exigiendo «Justicia y castigo a los responsables», mientras que, al cierre de esta edición, se preveían nuevas manifestaciones en este mismo sentido. 
 
Trilogía del mal. Por otro lado, Maduro justificó el procedimiento judicial para detener al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, a quien llamó «el vampiro»y de quien apuntó que tiene cargos pendientes con la Justicia, entre ellos la «masacre» de febrero de 1989 durante los saqueos y disturbios conocido como el Caracazo. «Tiene varias investigaciones por asesinato y por corrupto», aseveró el presidente.
Asimismo, indicó que Ledezma forma parte de una «trilogía del mal», compuesta por la exdiputada María Corina Machado, a quien llamó «María violencia»; el «monstruo de Ramo Verde», refiriéndose a Leopoldo López; y «el vampiro» Ledezma.