Un primer premio.

Así es un primer premio de poesía Carta Puebla, de Miguelturra, Ciudad Real,  que ya obtuve también en 2012.

¿Llevaba aparejada la edición del poemario?

Sí, exclusivamente la edición del libro. Tengo que decir que a mí, la dotación económica me interesa poco, lo importante para alguien que escribe es verse editado.  

¿Por qué decidió volver a concursar en el certamen?

Las condiciones de este certamen se adaptaban a la obra que ya tenía. La verdad es que la mandé, pero sin ningún interés, porque cuando se premia una vez parece complicado volver a lograr el premio pero hubo mucha suerte, así surgió esto.

Es más, no lo tenía terminado completamente, lo finalicé y como cumplía esas condiciones lo mandé porque Carta Puebla hace tres certámenes, de cuento, novela y poesía,  van rotando.   

¿Por qué ese título?

No es un título mío, lo tomé y corresponde a un verso de la  escritora Ana Garrido. Me gustó y lo utilicé, no hay otras razones, pero es algo que suele ser corriente.  

¿Cómo es este poemario?

El poemario es un poco más disperso de lo que tengo hecho hasta ahora, pero en mi línea. Mi poesía está basada en lo que observo, en la sensación personal, que creo que puede coincidir con lo que piensan o sienten los demás y por eso lo hago así. 

La temática, en esta obra, puede que tenga menos unidad, es una percepción. 

¿De qué nos habla?

Las poesías parten de la observación de este mundo tan complejo y uno las hace leyendo el periódico, en una cafetería; unas veces son positivas, agradables, otras no. 

¿Una poesía difícil?

Mi objetivo principal es que lo que escribo lo pueda entender todo el mundo. Me acuerdo mucho de una cita de Gloria Fuertes que dice: Si un poeta escribe bien, pero no se entiende, es que no escribe bien. 

El lenguaje que utilizo es sencillo para que llegue a casi toda la gente. Mis poemas son breves, con ocho, 10 o 12 versos, de tema libre, y casi todo lo que hago. 

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