Trump busca la revancha

Agencias
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El magnate pretende resarcirse de su mal inicio en Iowa y se postula como ganador en los caucus republicanos de New Hampshire, en los que Rubio quedaría segundo y Cruz tercero

 
 
Los caucus de Iowa abrieron, hace hoy una semana, la carrera demócrata y republicana hacia la Casa Blanca con la ajustada victoria de Hillary Clinton y el holgado triunfo de Ted Cruz en cada bando. Fue una votación en la que se produjeron los primeros abandonos por parte de cada formación y en la que Donald Trump debutó con un amargo segundo puesto, además del ascenso del conservador Marco Rubio, hasta ahora prácticamente desahuciado en los sondeos, y el reconocimiento a Bernie Sanders, ahora único adversario de Clinton en la batalla progresista.
Hoy le toca el turno a New Hampshire, donde Trump buscará resarcirse gracias a las primeras primarias puras de este largo camino, que concluirá el próximo mes de junio y los contendientes se han esmerado en estos siete días para consolidar su candidatura de cara al electorado.
El controvertido millonario encara esta cita con un perfil más pulido y una intención de voto superior al 31 por ciento, según los sondeos, que confirman la fortaleza de Rubio, al auparle hasta la segunda posición -14 por ciento- en detrimento de Cruz, que cosecharía un 13 por ciento.
Sin embargo, pocos se atreven a hacer un pronóstico. En Iowa, el magnate monopolizaba todo el debate político a base de polémicas y titulares. Después de Iowa, el empresario se ha desinflado y los dos senadores de origen hispano han ido cobrando fuerza, por lo que todo apunta a que todavía queda una encarnizada pelea a tres bandas, no solo en New Hampshire, sino a lo largo de todas las citas que quedan por delante hasta junio.
En el bando demócrata, la considerada gran favorita se hizo con una ajustada victoria en los caucus de la pasada semana. Clinton no sacó ni siquiera un punto de ventaja sobre Sanders, quien se potula como previsible ganador en la cita de hoy. 
El estado donde se celebran las primarias tiene un electorado joven, el público que sigue mayoritariamente al senador, de 74 años, considerado el socialista de EEUU.
Los sondeos conceden a Sanders un respaldo por encima del 53 por ciento, casi 13 puntos por encima de la ex primera dama. En esta diferencia ha influido el debate de la semana pasada, el más agresivo vivido entre los aspirantes y en el que el parlamentario se erigió como «el progresismo» del Partido Demócrata.
El auge del veterano político ha hecho temblar a Clinton, quien teme que se pueda producir un desenlace similar al vivido en 2008, cuando partía como favorita y se vio desbancada por el entonces desconocido Barack Obama. Por ello, en los últimos días, su marido, Bill Clinton, y la exsecretaria de Estado Madeleine Albright han atacado a Sanders, acusándole de lanzar propuestas utópicas.