La contaminación a causa del ozono fue alta durante 81 días en la capital

MARCELO ORTEGA
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Un informe de Ecologistas en Acción recoge que se superaron los valores 'límite' que marca la Organización Mundial de la Salud en 2013

Humo resultante de la combustión del carburante en el tráfico rodado, la principal fuente de emisiones que existe en la capital albacetense. - Foto: JOSÉ MIGUEL ESPARCIA

Los vecinos de la capital respiran aire con una importante carga de agentes contaminantes, muchos días con niveles de suciedad que, aunque no exceden el límite legal, sí son mucho más altos que los aconsejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque Albacete, eso sí, tiene una posición mucho mejor respecto al aire que se respira en muchas otras ciudades y áreas metropolitanas españolas. Así lo dice el último informe sobre la calidad del aire elaborado por Ecologistas en Acción, donde se utilizan los datos de la estación de medición del aire de Albacete y del resto del país referentes a 2013. Los peores indicadores para la ciudad se encuentran en el llamado ozono troposférico y en las partículas de polvo, aunque no hubo superaciones de los límites legales.

Sí hubo días en los que los albacetenses respiraron un aire con unas concentraciones de partículas y ozono que superaban los valores recomendados por la OMS, referencias más restrictivas que las que aparecen en la legislación. En concreto, hubo 81 días del pasado año en los que la estación registró niveles de ozono troposférico (O3) por encima de esas recomendaciones (100 microgramos por metro cúbico), o lo que es lo mismo, durante más de dos meses y medio los albacetenses convivieron con un aire con demasiada concentración de ozono. Además, hubo 17 días en los que se superó un valor  aun más alto (120 microgramos por metro cúbico) fijado en la normativa, que sitúa en 25 días por año las emisiones consideradas perniciosas.

<b>CASI TODA LA POBLACIÓN.</b> El informe de Ecologistas en Acción es concluyente: «Durante el año 2013, la práctica totalidad de la población española ha respirado aire con concentraciones de ozono peligrosas para la salud». Se trata del contaminante más extendido (aunque derivado de las emisiones de otros gases), y tiene que ver también con las olas de calor y las altas temperaturas de los meses de verano. Albacete también aparece en algunas superaciones de valores límite de la OMS en las estadísticas de las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5). Se trata sobre todo de partículas generadas por la combustión de carburantes especialmente el diésel, y el informe de Ecologistas hace mención a su efecto «negativo sobre la salud», sobre todo las más pequeñas (PM2,5), que incluyen elementos más tóxicos que penetran en el aparato respiratorio y se depositan en los alvéolos pulmonares, «incluso pudiendo llegar al torrente sanguíneo». La presencia de estas partículas en el aire albacetense, en niveles que superan los valores que fija la Organización Mundial de la Salud, también supuso días con elevada contaminación. En concreto, según cita el informe, hubo 12 días en los que la presencia de PM10 en la ciudad tuvo niveles más altos de los establecidos. La media anual de presencia de estas partículas en Albacete es de 31 microgramos por metro cúbico, cuando los valores máximos que marca la OMS son 20 (40 la normativa legal). En cuanto a las partículas más pequeñas y más nocivas, las PM2,5, hubo 35 días en los que la concentración de partículas en al aire de la ciudad superó el valor que fija la OMS. La media anual de presencia de PM2,5 en la ciudad es de 14 microgramos por metro cúbico, cuando la OMS fija el valor límite en 14 (20 según la normativa).

Todos estos datos se recogen en estación de control y vigilancia del aire de la ciudad, un aparato medidor que está cerca del campus universitario  el estadio Carlos Belmonte, concretamente en la calle Historia.

La estación lleva 15 años funcionando, recogiendo las emisiones del tráfico rodado, aunque también gases que provienen de la «combustión del sector residencial y comercial», según explica la Dirección General de Calidad e Impacto Ambiental de la Consejería de Agricultura. Para cumplir su función, la estación está colocada a dos metros de la primera vía del tráfico. La red de estaciones de medición de la Consejería de Agricultura cuenta con una docena de instalaciones en toda la región, cuatro de ellas en Puertollano, población donde existe una fuerte concentración industrial que supone el mayor foco de emisiones contaminantes. El informe de Ecologistas no alude a la situación específica de Albacete, pero sí señala que en la región hay «dos zonas con una elevada contaminación»: una al norte, «caracterizada por contener una gran actividad industrial y un elevado número de kilómetros de carreteras y autovías con una gran intensidad de tráfico», donde se incluye Toledo, Azuqueca de Henares y Talavera. La otra zona foco de contaminación está «delimitada por el área industrial de la comarca de Puertollano». La contaminación emitida «se extiende por el resto del territorio en la forma de ozono troposférico», afectando a lugares alejados de los focos emisión.