Un mes después del partido de ida y dos semanas más tarde de lo previsto, River y Boca decidirán hoy (20,30 horas/#Vamos) sobre el césped del Santiago Bernabéu, quién es el rey de Sudamérica, quién conquista la Copa Libertadores más polémica y, quizá, también la más popular de la Historia.

Un diluvio, un ataque al autobús ‘xeneize’, sucesivos aplazamientos y, finalmente, la sorprendente decisión de trasladar la definición del título a Madrid. Lo que comenzó como la ‘final del siglo’, por el choque entre los dos grandes buques argentinos, fue derivando a ‘la final más larga del mundo’. Nadie ha quedado indiferente ante este acontecimiento futbolístico que prometía emociones fuertes y ha superado todas las expectativas. Desde presidentes de Gobierno a artistas, las máximas instancias del balompié, exjugadores o técnicos, todos expresaron su opinión sobre el choque.

Un estruendo que no atenuó, siquiera, el desplazamiento a España, puesto que River siente que le «robaron el factor cancha», al no permitirle jugar en su estadio repleto de sus aficionados, y Boca aún reclama ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo que le den por perdido el partido a su rival, por el ataque con gas pimienta al autobús de sus futbolistas.

En un encuentro declarado de alto riesgo, con 4.000 efectivos formando parte del mayor operativo de seguridad en la Historia deportiva de España y un estadio Bernabéu repleto, River, Boca, Argentina y, toda Sudamérica, se juegan algo más que un título, en una final con prórroga y definición por penaltis en caso de empate. Está en juego la credibilidad de su fútbol y la posibilidad de cambiar la imagen que quedó dañada camino del Monumental.

De hecho, con tanto ruido, pocos recuerdan que la ida deparó un gran espectáculo futbolístico que, tras un magnífico intercambio de golpes, dejó todo por resolver (2-2). El bloque ‘millonario’ fue más equipo en La Bombonera y llevó la iniciativa. Por eso, los de Marcelo Gallardo volverán a centrar sus esperanzas de victoria en el centro del campo. La escuadra ‘xeneize’, por su parte, demostró un enorme poder ofensivo, que le permitió adelantarse en dos ocasiones, al que se vuelven a aferrar en la vuelta.