La Guardia Civil desmantela una explotación de marihuana a gran escala en Villarrobledo

T.J. / E.F.
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De acuerdo a las fuentes consultadas por 'La Tribuna', ocupaba tres hectáreas, tenía pozo propio y, cuando los agentes la detectaron, contenía 75.000 plantas casi listas para recoger

Efectivos de la Guardia Civil detuvieron en las últimas horas a un grupo de seis personas, todas ellas de nacionalidad extranjera, por su presunta relación con una plantación de unas  tres hectáreas de  superficie que estaba cultivada íntegramente con plantas de marihuana (cannabis sativa).

De acuerdo a la versión de los hechos recabada por La Tribuna de Albacete, la plantación quedó al descubierto a consecuencia de las fuertes tormentas que atravesaron la provincia de Albacete a principios de semana, ya que la misma se hallaba oculta en el interior de una plantación ‘legal’ de maíz, técnica empleada de forma habitual por los cultivadores de ‘maría’ en esta parte de la provincia de Albacete, ya que el maíz, cuando está crecido, oculta las plantas de marihuana y, además, tiene casi el mismo ciclo vegetativo.

En el momento de entrara en la plantación, los agentes de la benemérita se encontraron 75.000 plantas, en una parcela del término municipal que está catalogada como terreno de monte.

La parcela en cuestión forma parte de una explotación agrícola situada a 25 kilómetros de Villarrobledo,  a la derecha de la carretera que lleva a Ossa de Montiel, conocida como Casa Romera.

Las mismas fuentes consultadas por La Tribuna señalaron que, además de los seis extranjeros antes mencionados, se procedió a la detención del propietario de la finca, pero bajo una acusación distinta, la de haber puesto en funcionamiento, siempre presuntamente, un pozo de agua irregular, sin tener el permiso para ponerlo en marcha ni la correspondiente concesión de agua por parte de la Confederación Hidrográfica.

"CASI INDUSTRIAL". Este rotativo se puso ayer en contacto con responsables de las organizaciones agrarias Asaja y UPA, quienes se declararon sorprendidos por el hallazgo, pero no sólo por su magnitud, sino también por las características técnicas del mismo. Hasta ahora, explicaron, lo normal entre los cultivadores de marihuana era despejar una pequeña parcela en un maizal, de forma casi artesanal.

«Pero esto es muy distinto, es casi industrial», indicaron, «pues se trata de tres hectáreas, con un pozo propio, con un moderno sistema de riego que no se ve en muchas explotaciones de cultivos legales, con depósitos de estiércol situados de forma estratégica para ocultar el olor de las plantas de marihuana y emplazadas, además, cerca de unos árboles que daban una protección adicional».

Las plantas se trasladaron el martes para su incineración.