El río Cabriel tiene fama de ser uno de los mejor conservados de Europa, sobre todo en su curso alto. Pero, a partir del embalse de Contreras, tiene otra particularidad que lo distingue de otros cauces de la España mediterránea, y es que funciona al revés.
No se trata, en absoluto, de que la corriente fluya aguas arriba. Se trata de que, según afirma el Ayuntamiento de Casas Ibáñez en unas alegaciones presentadas ante la Confederación del Júcar, el río va casi seco cuando los demás van casi llenos, y va casi lleno cuando los otros apenas llevan agua.
Estas alegaciones, a las que ha tenido acceso La Tribuna de Albacete, se han presentado como parte del proceso de planificación hidrológica 2016-2021, esto es, el proceso de diseño de los planes hidrológicos de cuenca que sucederán a los que se aprobaron este 2014, con varios años de retraso.
El problema, en realidad, es de origen humano, y la Corporación local señala, en sus propias alegaciones, al régimen de desembalses del pantano de Contreras, situado aguas arriba, y que provoca un fenómeno tan inusual y perjudicial para los ecosistemas asociados al río. «La situación de las regulaciones en este tramo en el río Cabriel, con escaso caudal en otoño-invierno-primavera, e incremento muy notable del caudal en el final de la primavera y verano, supone obviamente un régimen hidrológico inverso, totalmente opuesto a la estacionalidad natural, que ocasiona impactos ambientales y sociales muy graves», se afirma en la alegación.
ciclos. Esta situación provoca que, en verano, haya momentos en los que el río lleva caudales cercanos «a las avenidas» justo cuando las especies animales y vegetales, de acuerdo a su ciclo vital, se preparan para la escasez de agua propia de los ríos Mediterráneos en la época estival.
Las consecuencias, de acuerdo a la alegación presentada por la CHJ, son «arrastres perniciosos para la disponibilidad de alimento y la micro-fauna, así como dificultades en la reproducción de las especies piscícolas», además de «un descenso de la temperatura del agua del río Cabriel, igualmente pernicioso».
Por esta causa, y siguiendo lo dispuesto en la Directiva Marco del Agua de la UE, de la Ley de Aguas y el vigente Reglamento de Planificación Hidrológico, el Ayuntamiento de Casas Ibáñez defiende, en su alegación ante la CHJ, el mantenimiento y la vigilancia de un caudal ecológico mínimo que, conforme a la normativa aducida, es una «restricción» básica a todo sistema de explotación, lo que incluya el Júcar.
Por último, el Consistorio local recuerda que el Cabriel, tanto en la parte manchega como en la parte valenciana de su recorrido, está protegido por varias figuras como la Reserva Natural de la Hoces del Cabriel en Castilla la Mancha, y el Parque Natural de la Hoces del Cabriel valenciano.