La muñeca de Ferry, de oro puro

Juan Carrizo
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El Albacete Basket fue siempre a remolque del Soliss Alcázar, pero en el último cuarto se igualó la contienda con el despertar del tirador norteamericano, el partido se dirimió en una prórroga donde los locales lo tuvieron más claro

Impresionante victoria del Albacete Basket sobre un rival directo como es el Seguros Soliss Alcázar en uno de esos partidos que hacen afición, con el Pabellón del Parque abarrotado y con un ambiente que pocas veces se ven a lo largo de la temporada. Fue la muñeca caliente de Andrew Ferry la que llevó a su equipo a la victoria, que tuvo que llegar tras una prórroga en la que el cuadro local lo tuvo más claro que el visitante.

El partido fue bonito, con muchos detalles a tener en cuenta y que mostraron lo bien que se tenían estudiados ambos entrenadores. Quizás Gálvez le ganó la partida a Valera, o quizás fue la decisión de jugadores como Ferry para  romper un partido en el que la mayor parte del tiempo estuvo Alcázar por delante.

El inicio fue rompedor para el bando visitante. Tanto que pareció que el partido podría romperse a las primeras de cambio. Liderados por un acertado Carlos Calvo el Alcázar impuso su ley y pronto tomó una ventaja superior a los 10 puntos, llegándose al final del primer cuarto con 18-29 a favor de los alcazareños.

El detalle fue que, a un minuto y poco más para el final del cuarto, Valera decidió sentar a un Calvo que parecía estar en estado de gracia y que ya acumulaba, él solito, 15 puntos. Ahí acabó el partido para Calvo, que ya no volvió a ser el mismo ni se mostró tan enchufado. Motivación fue precisamente lo que se vio en el cubano Elías, que en su regreso al Pabellón del Parque como rival quería volver a mostrar sus excelentes condiciones. Espectacular fue su defensa sobre Slawson, al que desquició y dejó en 11 puntos.

En el segundo cuarto desapareció la explosividad con la que Alcázar había comenzado el choque, Calvo ya no estaba, Molina no aparecía y sólo Elías mantenía el tipo, pero el Albacete Basket, con un Jamar Briscoe muy activo y Gacic poniendo serenidad al juego ofensivo, poco a poco fue recortando hasta empatar (30-30) y con esa igualdad se llegó al descanso (41-41).

ELÍAS CONTRA SLAWSON. El duelo bajo el aro entre Elías y Slawson fue una de las notas más significativas del partido. El cubano dejaba espacios al norteamericano mientras no entrara en la pintura, donde sí que se mostraba implacable. Luego, en el otro aro, su mayor movilidad le daba ventaja. Lo mismo pasaba cuando, en las rotaciones, Elías se encontraba con Sekelja, pues el croata anotaba con comodidad bajo el tablero  hasta que el cubano se ponía en su camino.

El partido entró en un toma y daca en el que Alcázar se iba de cinco o seis puntos y Albacete recuperaba para volver a acercarse, pero sin llegar nunca a ponerse por delante. El tercer cuarto, que acabó 51-56, fue totalmente de transición.

Ferry, hasta el momento, estaba  desaparecido, con numerosos errores en sus lanzamientos y dejando la pelea bajo los tableros, donde se estaban imponiendo los visitantes. De todas formas cinco puntos seguidos suyos en el arranque del último cuarto posibilitaban a su equipo mantenerse dentro del partido.

El partido entraba en su recta final y después de la pelea bajo los tableros, el partido se iba a jugar desde la línea de tres puntos. Ahí es donde la muñeca de Ferry ya estaba dispuesta para ofrecer un recital que empezó con un triple que contrarrestaba otro de Elías que ponía el 69-72 a falta de 2:13 para el final. Calvo apareció, después de muchísimo tiempo, para poner el 69-75. Al último minuto se entró con 74-76, gracias a un triple de Ferry, que volvió a repetir para, por primera vez, poner a su equipo por delante (77-76). Mala la defensa de Alcázar, porque los tres triples seguidos de Ferry llegaron de la misma forma sin encontrar la manera de contrarrestarlos.

Con 14 segundos llegó la quinta falta de Slawson, muy protestada, pero Calvo sólo anotó uno de los dos tiros de que dispuso. El Albacete la tuvo para ganar pero Briscoe tomó una decisión errónea y perdió el balón, con lo que el partido se fue a la prórroga.

ALBACETE, MÁS ENTERO. En el tiempo extra, el motivado Elías perdió el norte. Lanzó dos tiros libres sin tocar el aro, lo mismo que después un triple, y cometió su quinta falta. Ahí se acabó el Alcázar, aunque antes Anthony había vuelto a empatar la contienda (85-85). Tras un nuevo empate (87-87) volvió a aparecer la muñeca caliente de Ferry, que marcó un triple (90-87).

Rafael Molina, que había anotado un tiro libro, hizo su quinta falta sobre Vilches y se lesionó en la rodilla, con mala pinta. El albaceteño anotó un tiro (91-88) con 27 segundos por disputarse. Lo normal habría sido que Alcázar pidiese un tiempo muerto, pero no lo hizo, perdió el balón y Ferry anotó de dos. Con 93-88 y 12 segundos llegó el tiempo muerto visitante, tarde, porque el partido ya estaba visto para sentencia con el triunfo de un Albacete Basket que tuvo fe y que supo jugar con más criterio y orden en los momentos decisivos.