Con unas temperaturas más bajas que las del miércoles, pero agradables, en la mañana de ayer centenares de tamborileros respondieran al llamamiento de la Asociación de Amigos del Tambor y salieron a la calle, primero para concentrarse con ellos en la Avenida de la Constitución, junto al Monumento al Tambor, y después para recorrer calles y establecimientos hosteleros para comer y esperar la llegada de la tarde, la bajada del Paso Gordo y el desfile de la procesión más larga y con mayor participación de cuantas desfilan en la Semana Santa de Tobarra, la de la Amargura.Alrededor de la barra instalada por la asociación se agolparon varios centenares de tamborileros que fueron obsequiados con refrescos y algún que otro plato de aperitivo para reponer fuerzas de la intensa noche de tambor y poder continuar, algunos con breves descansos, hasta las 12 de la noche del Domingo de Resurrección, con lo que se completarán las 104 horas que hacen que la tamborada tobarreña sea única.