Hace casi 40 años, el año que viene se conmemorarán, los vecinos de una de las entonces zonas más apartadas de la ciudad, lo conocido como Las 500, se movilizaban para plantear reivindicaciones de tipo social y laboral. El resultado de aquello fue la creación de la primera asociación de vecinos de la capital, la de Hermanos Falcó.
El episodio supuso el pistoletazo de salida a un movimiento, el vecinal, que se ha convertido en uno de los principales impulsos del ritmo local y que tuvo uno de sus principales hitos en la creación de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Albacete (FAVA) en diciembre de 1987.
Ahora, con una veintena larga de asociaciones en su seno, «unas enfocadas más a actividades sociales y lúdicas y otras más reivindicativas», ve su historia recogida, y la del movimiento vecinal, en un estudio que, aunque se concluyó hacer año y medio, fue ayer presentado por el presidente de la FAVA, José Reina, el de la Diputación -institución que ha permitido la publicación-, Santiago Cabañero, y el autor, Javier Alejandro León.
Unidos somos más fuertes, «hemos hecho nuestro un lema del barrio San Pablo en los años 80», dijo León, es un trabajo exhaustivo que se proyectó para seis meses y en el que finalmente se invistieron dos años. Dirigido por Manuel Ortiz y con la forma dada por el autor, todo desde el Departamento de Estudios del Franquismo y la Transición de la UCLM, «hemos pretendido dar protagonismo al movimiento vecinal como sujeto histórico».
Así, además de los principales momentos de estos 40 años, la publicación recoge también cómo ahora las asociaciones vecinales están presentes en Comisiones Informativas, Patronatos Municipales y organismos Autónomos -se contempla también una relación de los mismos- e integra un anexo con numerosas publicaciones relacionadas con el movimiento vecinal en los distintos medios de comunicación escritos.
<b>PRESENTE Y FUTURO.</b> Reina, que este sábado opta a la reelección como presidente de la FAVA, destacó el logro de cómo el movimiento vecinal ha conseguido ‘colarse’ y «tener opinión respecto a la casi totalidad de temas que pueden interesar a los vecinos». Su presencia en órganos políticos e institucionales, lejos de haber quitado su papel reivindicativo, «ha posibilitado que se atiendan los problemas generales», aunque admitió que quizás lo que no se haya conseguido en el mismo nivel es «transmitir la respuesta a los vecinos». El presidente de la FAVA mostró su satisfacción de que con este libro, del que se han editado 350 ejemplares, «se recuerde el trabajo de multitud de vecinos».
Por su parte, Cabañero subrayó que en el trabajo queda patente cómo el movimiento vecinal logró que se pasara «de seres anónimos a que se adquiriera la condición de ciudadanos».