ElAyuntamiento de Mahora prevé concluir este año la consolidación de los muros de las ruinas convento franciscano de la localidad. Lo hará de la misma forma que comenzó este proyecto, a través del taller de empleo concedido por la Junta, cuyos alumnos y personal docente comenzaron el año pasado la labor.

El alcalde de la localidad, Antonio Martínez, explicaba ayer que «en la primera fase, el trabajo de consolidación llegó hasta una altura de dos metros y medio y ahora seguirá hacia arriba hasta el final del muro». Del mismo modo, señalaba que «tanto nosotros como los técnicos de la Consejería terminamos muy satisfechos, porque participaron un director y un monitor muy preparados y los alumnos se volcaron».

En cuanto a los detalles técnicos del taller de empleo, son prácticamente idénticos a los de 2014. El Consistorio recibe una subvención ligeramente superior a 91.000 euros y con esos fondos contratará a 10 alumnos, que alternarán empleo y formación «en la especialidad de colocación de piedra natural» durante seis meses, en los que percibirán un salario equivalente al mínimo interprofesional. Al frente de la actividad, estarán un director y un monitor, contratados también por el Consistorio, y que han de acreditar titulación y experiencia en las materias que se le soliciten.

Actualmente se están desarrollando los procesos de selección para esos 12 puestos y la previsión es que el taller comience a finales de abril o en los primeros días del año.

entorno «visitable». Martínez detalló que la finalidad de estas actuaciones es conseguir que las ruinas del convento perduren «y sean visitables» para dar a conocer el patrimonio. «No podemos hablar de una rehabilitación total, ya que sería un proyecto muy costoso. Reconstruirlo es inviable, aunque en un futuro podría plantearse también completar la techumbre», añadió. Precisamente, en la cubierta se han instalado unas placas para evitar cualquier riesgo de caída de material.

Sobre los trabajos que van a llevar a cabo los alumnos este año, indicó que «se realizarán con todas las medidas de seguridad necesarias, comenzando por la limpieza de los muros y después la colocación piedra a piedra, una tarea delicada, en la que utilizan argamasa de tonos similares a la original».

El regidor destacó también la ilusión que genera el proyecto,«porque conforme avanzamos, vamos descubriendo más cosas sobre el convento, que fue un lugar de referencia en su época».