En el mes de marzo, el Gobierno lanzó una de las medidas de fomento de la contratación indefinida, la que se llamo ‘tarifa plana’, que suponía que el pago a la Seguridad Social que haría el empresario sería de 100 euros mensuales por cada alta durante dos años, siempre que se hiciera para contratos indefinidos y a tiempo completo, o de 75 y 50 euros mensuales, si eran a tiempo parcial. La medida no está generando de momento un número alto de contratos, a tenor de las cifras proporcionadas por el Gobierno en respuesta a una pregunta parlamentaria en el Congreso de los Diputados.
Desde su puesta en marcha en marzo, y hasta el 17 de septiembre, esta modalidad de contratación ha generado cerca de 131.000 altas de trabajadores a escala nacional, de las cuales menos de 3.500 corresponden a Castilla-La Mancha, y 576 a contratos hechos en ese tiempo en la provincia albacetense. Una cifra modesta, si se tiene en cuenta que sólo en septiembre hubo en Albacete 476 nuevos contratos indefinidos, entre ellos más de 200 a jornada completa.
En las demás provincias de la región el uso de esta forma de contratación que supone ahorro para los empresarios en los seguros sociales tampoco tiene unos indicadores notorios. Toledo, la provincia con más actividad económica, es la que tiene más contratos entre marzo y septiembre, 1.191, mientras que Ciudad Real sumaba 763, y Guadalajara 623. Albacete es la penúltima provincia en uso de esta forma de contrato, porque Cuenca sólo ha generado 347 altas con esta modalidad.
Desde Comisiones Obreras Albacete se explicaba que los datos vendrían a demostrar lo que ya advirtieron en el mes de marzo: que las empresas siguen teniendo poca necesidad de contratar porque no hay suficientes niveles de producción y consumo. Francisco de la Rosa, secretario provincial del sindicato, indicó que «el dato de Albacete no es muy esperanzador, y muestra que por barato que le salga contratar a un empresario, si no tiene necesidad, no contrata. Las políticas que hacen falta para generar empleo son otras no éstas». De la Rosa señaló que con esta medida «lo que se pone en riesgo es la caja de la Seguridad Social, porque se aporta menos en cotizaciones. Por eso nos parece un modo pernicioso de contratación, porque supone arriesgar el futuro de las prestaciones para las generaciones siguientes». El dirigente de CCOO añadía que la medida no significa tampoco generar empleo estable «porque con la reforma laboral en la mano, un contrato indefinido no es ninguna garantía de empleo, e incluso puede suponer a veces una indemnización por despido más barata para la empresa».