COSECHA DE FLORES DE OTOÑO

G. González
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En la actualidad se plantan en la localidad alrededor de 3,5 hectáreas (principalmente de margaritas, crestas de gallo y crisantemos) por parte de una decena de floricultores que se quejan de los bajos precios

Una plantación desde la que puede verse parte del municipio, y que debe recolectarse antes de que finalice el mes de octubre. - Foto: G. González

Entre el 22 y el 27 de octubre (ni antes ni después) se realiza la campaña de flores de la huerta tobarreña que, según todos los datos, recolecta en estos cinco días alrededor de 70.000 ramos, en sus alrededor de tres hectáreas y media.

Este año, según cuentan los floricultores, debido a la sequía del mes de septiembre las flores no se han abierto como es costumbre, aunque ayer los campos presentaban una excelente imagen, de gran colorido, con decenas de trabajadores en las distintas plantaciones locales (la mayoría ubicadas alrededor de la carretera de la pedanía tobarreña de Sierra).

En la localidad se cultivan margaritas, crestas de gallo y crisantemos, en una extensión aproximada de tres hectáreas y media, algo menos que hace unos años, ya que el precio ha variado poco o nada desde 2005, algo de lo que se quejan los agricultores de la localidad.

En la actualidad son una decena de propietarios los que se dedican a plantar y recolectar las plantas con las que se elaborarán unos 70.000 ramos, destinados a mercados de varias provincias de las comunidades de Castilla-La Mancha y Valencia.

Explican que ahora se compran menos flores y que se están cultivando especies híbridas, más modernas y de gran calidad, que cuentan con mayor aceptación en los mercados de toda España, aunque la mayor parte de las flores tobarreñas salen para Alicante, Ciudad Real o Cuenca, y en menor medida a Toledo y otras localidades mayores de Castilla-La Mancha.

La recolección de las flores se realiza cuando los pétalos exteriores se han expandido totalmente y aún se están extendiendo los interiores. Los tallos se suelen cortar con tijeras y se van haciendo ramos  que se colocan en un cubo de agua o recipiente que se trasladará en tractores hasta el almacén o la cámara frigorífica (en caso de que no se comercialicen inmediatamente), aunque la campaña sólo dura cinco días por las exigencias del mercado.

Las flores dependen mucho (incluso más que otras cosechas) de las inclemencias meteorológicas y el tiempo de recogida y de almacenamiento es muy limitado, lo que hace que sólo unos pocos se dediquen a este trabajo tan especializado.

mayor demanda. Los floricultores que se mantienen en la localidad esperan que algún año los mercados demanden mayor número de flores y que los precios dejen de estar congelados para conseguir mayor rentabilidad con su trabajo y poder crear mayor número de puestos de trabajo, ya que en la actualidad se trata de una actividad casi exclusivamente familiar.

El empaquetado de las flores suele realizarse con ramos del mismo color, que se distribuyen según las peticiones que se hagan desde los distintos mercados.

El trabajo de estos días incluye la visita a la plantación, la recolección de las flores, que se depositan en cubos o recipientes con agua, su traslado a las almacenes y el empaquetado de las mismas para su envío a los mercados de destino.

En Tobarra los agricultores que se dedican a plantar flores, suelen cosechar otros productos complementarios para salir adelante, principalmente aquellos que su recolección no coincida con las semanas de mayor trabajo con las flores.

Además de los ramos que se distribuyen en los mercados exteriores, también podrán verse estos días cestas con flores locales en las puertas de las floristerías del municipio, que prepararán coronas y centros para los clientes que lo deseen, de cara a la festividad de Todos los Santos.