El Vidal cierra sin perder su originalidad y sabor

TERESA ROLDÁN
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Tras 42 años de andadura ininterrumpida desde que en 1970 cerrara sus puertas, este emblemático establecimiento de la capital albacetense dice adiós el 31 de diciembre por jubilación y para descansar

Foto de familia de los cuatro artífices de que este establecimiento haya sido un éxito de público durante la friolera de 42 años seguidos. - Foto: REBECA SERNA

Con el inicio del 2013 la ciudad de Albacete verá desaparecer uno de sus bares más antiguos y originales, el Vidal, por el que durante 42 años ininterrumpidos han pasado cientos de albaceteños y visitantes atraídos por su buena gastronomía y por lo antaño del local.

Hasta tres generaciones de una misma familia se han dado cita en el Bar Vidal, un local que desde sus orígenes allá por la década de los 60 ha sabido mantener su esencia y esa comida tradicional de fogones de nuestras abuelas. Muchos son los que les piden las recetas del ajo mataero, los calamares o esos higos con cazalla con que acaban todas las celebraciones en este emblemático establecimiento, aunque son el secreto mejor guardado y nunca las revelan. Fundado en la década de los 60, primero con el nombre de Bar Pepe y después como Bar Pascual, fueron los padres de Teresa y Josefa González Moreno los encargados de poner en marcha el Bar Vidal, concretamente un 26 de julio de 1970. Desde entonces, como comentan, afortunadamente no han cesado de trabajar en esta taberna que no ha perdido su forma original, y que ahora por jubilación, toca cerrar, para descansar.

Un descanso merecido, como comentan los muchos clientes habituales, que casi todas las semanas han acudido al Bar Vidal y que se han convertido en la otra gran famita de los propietarios y encargados de llevar este local.

Un ejemplo de ellos es Ezequiel Pedraza y su familia que casi todas las semanas ha hecho una visita al Bar Vidal para degustar algunos de sus platos más requeridos como el ajo mataero o el queso frito. «Llevo viniendo al Vidal desde que era pequeño como mi nieto, por eso es una lastimica que lo cierren porque forma parte de nuestras vidas, aunque por otro lado entendemos que tienen derecho a descansar, se lo merecen después de tanto tiempo».

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