Arte de altura

V.M.
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El pintor albacetense José Luis Serzo realizó un gran mural junto al artista cántabro 'Okuda' dentro del Festival Desvelarte de Santander

El paso reciente del pintor albacetense José Luis Serzo por la séptima edición del Festival Desvelarte de Santander ha dejado huella en la ciudad en forma de un gran mural que nos presenta una balsa con personajes mitológicos, realizado sobre la pared lateral de un bloque de viviendas situado en la calle General Dávila de la capital santanderina. La obra es fruto de la colaboración del artista con otro creador multidisciplinar cántabro, Óscar San Miguel, Okuda, y se enmarca en la filosofía que mueve a este certamen desde sus inicios: aproximar el arte al ciudadano e intervenir en edificios con el objetivo de dejar vestigios artísticos muy visibles (Okuda ya dejó hace cinco años su impronta con una cabeza llena de rombos de colores en la calle Castilla).

Serzo, más acostumbrado a trabajar en interiores, comentaba a La Tribuna su satisfacción por el resultado de la obra -«este mural ha sido una experiencia altamente positiva en todos los sentidos», subraya- y por la acogida que tuvo entre los ciudadanos y recordó que ya en febrero del pasado año trabajo junto a Okuda en una muestra colectiva donde también participaron dos pintores americanos, el estadounidense  Charlie Immer y el mexicano Smithe.

El título de la obra, Serzokudarán, alude a esa puerta abierta a la colaboración entre ambos artistas, que han compartido en este mural sus planteamientos estilíscos y universos creativos, de hecho ya tienen en mente nuevos proyectos en común.

Para acometer esta espectacular obra, José Luis Serzo ha tenido que desafiar sus propios miedos personales, porque para él era «todo un reto» subirse a una grúa y ascender hasta una altura de cinco pisos, porque sufre vértigo. Además, no deja de sorprender el tiempo que tardaron en realizar una composición de estas características (máxime cuando la noche anterior aún debatían la composición): algo más de tres días y medio, un tiempo récord que les obligó a trabajar durante ocho y nueve horas diarias, con pintura acrílica de exteriores y sprays.

 El mural, de 15 metros de altura por ocho de ancho, no es el primero que acomete el pintor albacetense, ya que hace unos años pintó también una obra de estas características en la Casa de la Música de la localidad lucense de Sarria.

Desde el punto de vista estilístico, el mural conjuga el simbolismo y realismo mágico que define la obra de ambos, plasmado en una balsa ocupada por personajes de la mitología popular, alguno de ellos extraído de los Carnavales de Cantabria de gran carga atávica.

Reitera que para él esta experiencia ha sido sumamente enriquecedora y reconoce que cuando bajada de la grúa sentía euforia al comprobar la acogida que esta creación despertaba en los ciudadanos, «porque percibía un ambiente un tanto transmutado y la presencia de público era constante en un pequeño parque que hay junto al edificio en cuestión».

Preguntado por sus proyectos a corto plazo, Serzo adelanta que  en breve llevará la exposición que colgó en el Museo ABC al Palacete del Embarcadero de Santander, participará en una colectiva a celebrar en la Casa de la Mujer en Zaragoza y comisariada por Susana Blas, y además tiene prevista una gran exposición para el mes de febrero, que revisará sus últimos 15 años de trabajo.

Por su parte, Okuda regresará a su estudio de Madrid para rematar unas piezas que se mostrarán en diferentes ferias en Los Ángeles, Washington y Alemania y, a continuación, viajará a Milán para hacer varios murales.