El Cotolengo cumple medio siglo

N.GARCÍA
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La Institución Benéfica del Sagrado Corazón celebró su 50 aniversario al servicio de los necesitados en la ciudad con una Eucaristía de acción de gracias

Las hermanas de la Institución Benéfica del Sagrado Corazón celebraron ayer una Eucaristía con motivo del 50 aniversario. - Foto: R.SERRALLÉ

La Institución Benéfica del Sagrado Corazón de Jesús de Albacete lleva medio siglo al servicio de los pobres.Una labor encomiable y social realizada por las hermanas, de la mano de decenas de voluntarios, que permite atender, al menos, las necesidades más básicas de los desfavorecidos.

Este año ha habido cambios y, desde el día 10 de mayo, la Institución Benéfica del Sagrado Corazón de Jesús, el popular Cotolengo, ha llevado a cabo un proyecto intercongregacional, lo que quiere decir que las Hermanas de la Institución son las titulares de la Casa de Albacete y las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación están al frente de la misma como administradoras. Cinco hermanas de la Congregación de Nuestra Señora de la Consolación están en la Casa y mantienen el servicio a los internos y el comedor social, mientras que las hermanas de la Institución «vamos y venimos», manifestó una de ellas, María Eugenia Gutiérrez, indicando que «son un motivo de gozo, de alegría y de acción de gracias estos 50 años en los que hemos intentado vivir al servicio de los más pobres de Albacete». Un aniversario que celebraron ayer con una Eucaristía de acción de gracias.

ElCotolengo nació en 1964 para acoger a los pobres, enfermos y abandonados, aquellos que no tenían cabida en ningún otro sitio, no tenían recursos ni familia. Se fundó en Albacete gracias a la generosidad de Francisco de Paula Serra, que donó sus bienes a la Institución para que se pudiera construir un centro benéfico en favor de los más pobres. La madre Rosario Vilallonga aceptó construir la Casa en la ciudad porque la iniciativa de Serra coincidía con el carisma de la institución, y desde entonces, «se ha atendido a los pobres durante 50 años y, Dios mediante, se seguirá haciendo los años que Dios quiera», declaró la hermana María Eugenia, subrayando que «la misión es acoger a los desamparados, a los más pobres de entre los pobres».

voluntarios. Destacó la importancia de los voluntarios, que no han faltado desde sus inicios.De hecho, la Institución Benéfica delSagrado Corazón de Jesús se apoya en el voluntariado como uno de sus pilares fundamentales. «La fundadora, la madre Rosario, siempre decía que el voluntariado era un pilar en la institución y ha formado parte del carisma de ésta desde sus comienzos», manifestó la hermana, destacando que «en Albacete, todavía quedan voluntarios que llevan desde que se inauguró la Casa».

Las hermanas atienden a una treintena de internos y por el comedor social pasan en torno a 150 personas diarias, aunque ha habido jornadas, sobre todo, en verano, en las que se han contabilizado alrededor de 320 comidas diarias.

María Eugenia Gutiérrez también hizo referencia a la solidaridad de la sociedad albaceteña, indicando que «la ciudad deAlbacete se ha portado muy bien, ha sido muy generosa y, en estos momentos, a pesar de la crisis, hay más solidaridad en la sociedad».

En la Institución nunca ha faltado un plato de comida ni lo esencial para seguir adelante. Con la confianza absoluta en elSagrado Corazón, viven de la providencia, no pueden pedir nada, y viven de lo que les dan ciudadanos anónimos que son base fundamental de la institución.