«El ATC zanjará el problema de los residuos para los próximos 60 años»

Manuel Bernardino / Toledo
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En un acto en la Universidad de Castilla-La Mancha, el presidente de Enresa, Francisco Gil-Ortega, aseguró que las obras comenzarán a finales del 2014 y se finalizarán en 2017

Cospedal, el ministro Soria, Gil-Ortega, Jesús Labrador, Marta García y otras autoridades visitaron la zona en julio de 2012. - Foto: LT

El presidente de Enresa, Francisco Gil-Ortega, afirma que la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC), en Villar de Cañas (Cuenca), solucionará la gestión del combustible gastado de las centrales nucleares y otros residuos radiactivos de alta actividad durante los próximos 60 años, «tiempo suficiente para diseñar la mejor solución definitiva». Francisco Gil-Ortega, que presentó esta semana la Memoria de Enresa del 2012, asegura en la presentación de la misma que no se ha parado de trabajar en este proyecto desde que el Consejo de Ministros anunciara la designación del emplazamiento en el 2011.

En este sentido, recuerda que a lo largo del 2012 se han comprado los terrenos que albergarán tanto el almacén como el centro tecnológico y el parque empresarial que completarán el parque tecnológico y, el pasado mes de septiembre, ya comenzaron los trabajos de caracterización que «se encuentran muy avanzados».

«El objetivo prioritario en materia de gestión de residuos de alta actividad y combustible gastado es disponer cuanto antes del ATC», afirma, aunque subraya a continuación que también se está trabajando en la fabricación de contenedores metálicos para el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la central de Trillo y en la operación de un sistema de almacenamiento para José Cabrera, con vistas al desmantelamiento.

Recientemente, en un acto en la Universidad de Castilla-La Mancha, el presidente de Enresa aseguró que las obras de la zona nuclear del ATC comenzarán a finales del 2014 y se finalizarán tres años después, en el 2017, tal y como está previsto.

El objetivo es lograr que el Ayuntamiento de Villar de Cañas y la Junta de Castilla-La Mancha hayan aprobado el Plan General en el mes de julio del año que viene, ya que las parcelas en las que se instalará el ATC son rústicas y deben pasar a ser industriales.

Desde que el 30 de diciembre de 2011 el Consejo de Ministros acordara designar a Villar de Cañas el municipio que acogerá el ATC y su Centro Tecnológico Asociado, Enresa ha ido informando del proyecto a alcaldes, representantes institucionales, medios y otros públicos, todos ellos próximos a la instalación.

A lo largo de 2012, los principales agentes de la zona han estado en continuo contacto directo con Enresa, y su sede en Madrid ha acogido visitas de alcaldes y otros miembros de las corporaciones municipales del entorno de Villar de Cañas, entre otros.

Desmantelamiento nuclear. Por otra parte, en la Memoria de Enresa del 2012, el presidente de Enresa recuerda que la clausura de instalaciones es otra rama importante de las actividades de la compañía. Tres años después del traspaso de titularidad de la C.N. de José Cabrera (Guadalajara) a Enresa para su desmantelamiento, prácticamente están completadas las actividades preparatorias.

«En el edificio de contención, una vez desmontada la tapa del reactor y los componentes internos superiores, nos encontramos en proceso de corte de los internos inferiores», asegura.

En el mes de septiembre, Enresa obtuvo la apreciación favorable por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de los resultados de las pruebas funcionales de puesta en marcha del Edificio de Auxiliar de Desmantelamiento y se ha finalizado el desmontaje de la tapa del reactor, extracción y corte de los internos superiores los trabajos efectuados en el Edificio de Contención, estando en curso el corte de los internos inferiores.

Por último, durante el 2012 se ha proseguido con normalidad la operación del almacén para el combustible gastado de la central nuclear Trillo, también en Guadalajara, donde hay ubicados 22 contenedores con 21 elementos combustibles cada uno. También se continúa con la fabricación de 10 contenedores para albergar dicho combustible.

La aprobación del informe anual cierra un año en el que la empresa obtuvo más de 420 millones de euros de ingresos de explotación y en el que el Fondo para la Financiación de Actividades del Plan General de Residuos Radiactivos superó los 3.500 millones de euros.