«Vivimos en un planeta de enorme belleza»

A.D
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Librería Popular acogerá a las 19 horas, la presentación de Qué mundo tan maravilloso, de Lola López Mondéjar, psicoanalista y escritora. La autora estará acompañada por Adolfo Díaz Martínez-Falero y Ana Martínez Castillo

Lola López Mondéjar - Foto: Isabel Wagemann

¿Un mundo en el que mezcla belleza y fealdad?

Sí, el título, Qué mundo tan maravilloso, aunque parece irónico en este contexto político y social, quería subrayar que vivimos en un planeta hermoso, de enorme belleza. 

Ese mundo tan maravilloso, los seres humanos, de alguna manera, lo estamos degradando, haciendo perder la belleza del mundo. 

¿Dónde nos lleva con los 11 relatos?

Hay una primera parte, ocho, en las que diferentes protagonistas, cuyo nombre empieza por M, porque quería destacar lo que nos parecemos los seres humanos, van a viajar por el mundo en distintas situaciones, solas, con la familia o amigos, y se van a encontrar, allí donde estén una pregunta que supone una crisis en su existencia y a la que van a intentar responder, en unos escenarios muy hermosos. 

Plantearán una pregunta vinculada a la vida, al amor, a las relaciones y esto serían los ocho primeros relatos. Estas mujeres pertenecen a una clase social ilustrada, burguesa, que tienen posibilidad de viajar, una clase social que, de alguna manera, ha dilapidado los recursos. 

¿Cómo son esos tres relatos finales?

Se llaman Mundos futuros y en ellos hablo de las situaciones que podrían encontrarse los hijos o nietos de las protagonistas de la primera parte.

Planteo un mundo distópico, con tres situaciones distintas, con las dificultades para relacionarnos y las facilidades que nos van a proporcionar los robot. Ahí están también las dificultades que los jóvenes van a tener, y tienen ya, para encontrar un lugar en este mundo, porque no le hemos dejado. También la dificultad de los mayores para dejar un espacio a los jóvenes y el sacrificio que supone para los padres ayudar a sus hijos cuando la sociedad los ha hecho muy precarios. 

La M como símbolo de esas mujeres protagonistas.

Todos los nombres empiezan por M, en un mundo en que las diferencias están muy marcadas, género, raza y nos dividen. A mí me interesaba subrayar que las diferencias son insignificantes ante lo que nos une a los seres humanos. Compartimos emociones y afectos y a nivel biológico, el 99 por ciento. 

¿Hay lugar para el optimismo en este mundo?

Es un mundo pesimista, porque creo que alguien que sea realista se da cuenta que estamos acabando con el futuro de nuestros hijos y nietos. El progreso como lo conocemos hoy no puede existir, no es un mundo optimista, pero subrayar, como hago, la importancia de los lazos afectivos, lo hace optimista, también muy esperanzador. 

¿Qué orden debemos seguir en el libro?

Está pensado para que se lea desde el primer cuento hasta el futuro distópico del final, pero los cuentos tienen independencia; el lector puede elegir. Podemos encontrar similitudes entre las protagonistas, pero otras veces son historias contradictorias; los relatos tienen absoluta independencia estilística. 

¿Prepara otra novela?

Estoy preparando ahora un libro de ensayo sobre la subjetividad contemporánea.Me preocupa lo que hacemos para sobrevivir a este sistema que me parece hostil y muy cruel.