Podemos se resquebraja

Agencias
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El partido pierde a uno de sus pilares, el exfiscal Jiménez Villarejo, que sale del grupo al no entender el rechazo a la investidura de Sánchez y que se abra camino de nuevo al PP

A Podemos se le multiplican los frentes abiertos en el seno de su partido en un momento crucial tanto en el ámbito nacional como en las regiones.

Las aspiraciones del secretario general de la formación, Pablo Iglesias, de ser vicepresidente de un Gobierno de izquierdas le pese a quien le pese y dejando a Ciudadanos fuera del pacto firmado con el PSOE ha levantado varias ampollas. Ya le dio el pasado jueves la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, un consejo a la cúpula del partido para que apoyaran la investidura del secretario general socialista, Pedro Sánchez, aunque luego aclarara que se refería de una investidura sin los de Albert Rivera, pero quien demostró ayer ser absolutamente crítico con la estrategia del grupo fue el exfiscal y exeurodiputado morado Carlos Jiménez Villarejo, quien rompió definitivamente con la formación de Iglesias tras la línea seguida en el debate de investidura, al considerar que deberían haberse abstenido para poder investir a Sánchez como presidente del Gobierno.

El exfiscal anticorrupción aclaró ayer que se dio de baja de Podemos el pasado 9 de noviembre después del papel de esta formación en las catalanas del 27-S, pero remarcó que lo que le ha separado «plenamente» del partido es la estrategia de los de Iglesias en el debate de investidura con su rechazo al líder del PSOE.

«El principal objetivo de Podemos debería ser no repetir un Gobierno de Mariano Rajoy», explicaba ayer el letrado. «Lo que no es razonable, ante la crisis política existente, es votar en contra de Sánchez y dejar a España en una situación incierta», abocada a unas posibles nuevas elecciones en las que «sería una catástrofe» que propiciaran un nuevo Gobierno del PP.

Pero esta no es la única discordia entre las filas moradas, ya que desde hace meses se están librando diferentes batallas de poder en las que cuatro regiones tendrán que elegir nuevas direcciones: País Vasco, La Rioja, Galicia y Cantabria. Con estos hilos más que enredados para el secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, tuvo que encarrilar la situación vasca convocando un proceso de primarias para este mes de marzo, la misma situación que vivirán los afiliados riojanos. Por otro lado, disueltas las ejecutivas de Galicia y de Cantabria, dos gestoras se harán cargo de las divisiones regionales de Podemos. Y todo después de que las cosas en Cataluña continúan entre hilvanes.

Los proyectos de Ada. En Cataluña, aún está pendiente la renovación de Podem, donde la formación carece de liderazgo desde la dimisión de Gemma Ubasart en octubre y se mueve al son de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su intención de convertir En Comú en un partido de confluencia permanente.

El comienzo de la construcción de esta nueva formación en plenas negociaciones sobre el Gobierno español fue visto como inoportuno, sensación agravada por el actual estado de desorganización del partido en la región.

Sergio Pascual explicó al respecto que «hay un proceso de discusión política lo suficientemente complejo» como para tomarse el tiempo que consideren necesario y apuntó que una parte importante de los militantes de Podemos en Cataluña les han reclamado tranquilidad para tener «un debate político intenso» que se dé con la suficiente «capilaridad» para asegurar que la decisión que se tome sea asumida por toda la organización.

«Muchos compañeros nos dicen que es un problema que haya una dirección o unas primarias express que nos fracturen», añadió el secretario de Organiazión, quien retrasó al menos hasta  la Semana Santa la toma de una decisión. Serán días cruciales para que el armazón de los de Iglesias se reestructure.