Cospedal: «Sin abogados no habría libertad y sin justicia, democracia»

JOSECHU GUILLAMÓN
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La presidenta regional, María Dolores Cospedal, impuso la Cruz de San Raimundo de Peñafort al que fuera decano de los letrados albacetenses durante una década, José Serrano Siquier

La presidenta de la región, María Dolores de Cospedal, impone la Cruz de San Raimundo de Peñafort a José Serrano. - Foto: Rubén Serrallé

«Sin abogados no habría libertad, sin justicia no habría Estado de Derecho y sin Estado de Derecho no  podríamos decir que vivimos en democracia, porque no existiría esa democracia, todo eso lo sabe y lo practica José Serrano».

Con esas palabras, cerraba ayer la presidenta regional, María Dolores Cospedal, el acto de imposición de la Cruz de San Raimundo de Peñafort -una de las máximas distinciones del mundo judicial-, al que fuera el decano del Colegio de Abogados de Albacete entre 2003 y 2013, José Serrano Siquier.

En el acto, que tuvo lugar en el Salón de Plenos del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJC-LM), Cospedal defendió repetidas veces la labor de los letrados y recordó «la profunda vocación social de la profesión», añadiendo que la «justicia para ser justicia ha de ser igual para todos».

Además subrayó la profunda tradición jurídica de Albacete, afirmando que Serrano pertenecía a «esa estirpe de abogados que han contribuido a enriquecer la ciudad» y ha servido a sus ciudadanos.

El homenajeado. En cuanto al homenajeado, destacó su honradez y su integridad, su amabilidad o su sensatez, recordando su trabajo «sin afán de protagonismo, con lealtad a sus compañeros de profesión» y subrayó su diligencia y tino a la hora de resolver «las responsabilidades que han puesto en sus manos».

Por su parte, el presidente del TSJC-LM, Vicente Rouco Rodríguez, también dijo que «el papel del abogado es insustituible en la defensa del Estado de Derecho».

Y en cuanto a Serrano aseguró que «al frente del Colegio de Abogados realizó una labor excelente, sobresaliente, de matrícula de honor».

El fiscal superior de la región, José Martínez, realizó un  discurso más sentimental, ya que su relación con el letrado se remonta a muchos años atrás, asegurando que habían pasado «una vida juntos». Por ello, aseguró sentirse muy «feliz» porque Serrano viera recompensados sus años de sacrificio al frente del Colegio de Abogados de Albacete, «es de justicia».

Por último, recordó que parte de la Cruz de San Raimundo de Peñafort, Serrano se la debía a los vocales de la junta directiva del Colegio y a su familia. Una afirmación con la que estuvo de acuerdo el propio Serrano, que así lo hizo saber durante su discurso.

Serrano, citando a Freud, aseguró que era muy difícil defenderse de los elogios y afirmó estar sorprendido no sólo por haber recibido la Cruz, sino también por el mero hecho de que sus compañeros de profesión, de forma unánime la hubieran solicitado.

El letrado, afirmó sentirse orgulloso de haber defendido los intereses de su profesión y de los más débiles, algo que también le había traído algún disgusto. También se mostró reivindicativo al asegurar que la Ley de Colegios Profesionales recortaba las libertades de estas instituciones y criticaba la Ley de Tasas, aunque aplaudió «los nuevos aires del Ministerio de Justicia».