Por fin ha visto su sueño cumplido. Por fin ha podido ver su colección gráfica colgada en el Instituto Cervantes de Nueva York. Por fin, después de dos años de intenso trabajo y después de miles de kilómetros recorridos, José Talavera ha podido promocionar y divulgar las excelencias de la tierra que lo vio nacer: La Mancha.
Recientemente, este albacetense de adopción -nació en Villafranca de los Caballeros, pero pasó su infancia en Albacete, donde se licenció en Ciencias Económicas- ha inaugurado la exposición de fotografías Castilla-La Mancha y Nueva York: en armonía, una colección en la que fusiona y compara numerosos rincones, espacios, lugares, monumentos y esculturas de esta región con la Gran Manzana neoyorquina.
La muestra está compuesta por 45 parejas gráficas comparativas entre La Mancha y la ciudad americana, que José Talavera ha seleccionado entre un gran número de similitudes que le ha parecido descubrir en ambos lugares.
La exposición se acompaña con un documental en el que esas ideas, a veces esquivas, se han plasmado en forma de imágenes en movimiento para ser proyectado de forma continua mientras dure la muestra en el Instituto Cervantes. En la exposición, tal y como cuenta José Talavera a esta redacción desde el mismísimo Nueva York, se pueden equiparar los campos de olivos de Almonacid de Toledo con los enjambres de ventanas de Wall Street; el puente de San Pablo en Cuenca con el puente de Brooklyn; las luces de la Feria de Guadalajara con los neones de Times Square; los reflejos del Paseo de la Libertad de Albacete con la Calle 42; o la vista panorámica de Campo de Criptana, en Ciudad Real, con la vista de Manhattan desde New Jersey. Esto son algunos ejemplos que permitirán al espectador americano «comprobar lo importante que es Castilla-La Mancha y lo necesaria que es de descubrir, recorrer y ayudar a convertirla en un punto de gran importancia en el mundo», significa Talavera.
Este original proyecto surgió hace un par de años cuando, en un golpe de inspiración, el artista manchego comprobó el gran parecido de la torre de la Catedral de Toledo con la cúpula del edificio Chrysler de Nueva York: «No sé por qué me vino esa imagen a la cabeza, pero consideré que era el germen de una idea que podía llevar a demostrar que Castilla-La Mancha no tiene nada que desmerecer de la ciudad más importante del mundo», explica Talavera. No se le escapó que el genial Azorín había denominado a Albacete, «la Nueva York de La Mancha», calificación que le terminó de convencer para encontrar más similitudes y establecer comparaciones.
Para esa labor contó con la colaboración del fotógrafo Víctor Prieto, «mi fiel escudero», que le ayudó a plasmar la idea en imágenes, junto con la participación también del editor Antonio Fernández y de la locutora Carmen Muñoz.
El resultado ha sido «una exposición que queremos mover por todo el mundo para exportar la idea de Castilla-La Mancha como una región moderna, viva e imprescindible».
La exposición Castilla-La Mancha y Nueva York: en armonía se inauguró el pasado 13 de abril en el Instituto Cervantes de la capital americana, como una manera de promocionar la belleza de nuestra región a nivel internacional. «Ahora estamos buscando que itinere por todos los institutos Cervantes de Estados Unidos, para que haya una visión más global de la promoción cultural y turística que buscamos».
Durante años, José Talavera ha trabajado en varios medios de comunicación de Albacete y la región, entre ellos, Televisión Castilla-La Mancha. También ha trabajado como crítico de cine y ha dirigido tres cortometrajes de gran presupuesto. Es fotógrafo profesional y actualmente prepara un largometraje y un gran proyecto basado en la figura de Santa Teresa de Jesús.