La mayor parte de los españoles estima que la principal contribución que en la actualidad realizan los abuelos a la sociedad es ayudar económicamente a sus familias y, después, mantener a todos sus miembros unidos, según se desprende del barómetro del mes de septiembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
La encuesta, que fue publicada ayer y recoge varias preguntas sobre cómo son las relaciones intergeneracionales de los españoles, fue realizada a partir de 2.491 entrevistas y cuenta con un nivel de confianza del 95,5 por ciento.
Así, el 61 por ciento afirma que sí ha tenido relación con sus abuelos, aunque ya no la tiene por cualquier motivo o porque ya no están, y el 23 por ciento indica mantener el vínculo en la actualidad.
Entre las actividades que principalmente se comparten con los más mayores de la familia, las reuniones familiares en ocasiones especiales, tipo Navidad o cumpleaños, son las predominantes en nueve de cada 10 casos, y después, el 84,6 por ciento apunta que los abuelos les cuentan historias sobre los antepasados, y el 71,9 por ciento señala que juegan o han jugado con ellos.
Sobre las personas que viven con familiares en sus casas, el 74,2 por ciento admite que ya no convive con personas de más de 65 años. En cambio, sí comparten casa con menores de 35 en más de la mitad de los casos (52 por ciento).
En cuanto a la relación que se puede mantener con los parientes con los que no se convive, la mayor parte de los españoles sí conserva el contacto habitual con ellos, independientemente de si son menores de 35 años o de si superan ya los 65 años.
Según la encuesta, tanto con las personas con edades inferiores a los 35 y con los mayores de 65 con los que no se convive, más de la mitad indica que varias veces por semana conversa personalmente o por teléfono, mientras que, ocasionalmente, pasea con ellos o realiza actividades al aire libre como ir al cine, asistir a espectáculos o ir de compras. La distancia entre los domicilios suele ser de una media hora, según el CIS.
Por otro lado, los encuestados destacan que la relación que mantiene con sus primos es totalmente o bastante satisfactoria, en un 77,8 por ciento de los casos, seguida de la que se tiene con los hermanos (65,5) y después con los tíos (63,4 por ciento).
Además, cuatro de cada 10 personas cree que los jóvenes se comportan con indiferencia o no les interesan las personas mayores, aunque el 29 por ciento apunta que les trata con educación y respeto.
En cambio, casi la mitad reconoce que los mayores tratan con atención y cortesía a los jóvenes, así como con cercanía y afecto (30 por ciento). En este sentido, la práctica totalidad de los encuestados dice que está muy o bastante de acuerdo en que las personas mayores aportan conocimiento y experiencia a la sociedad, mientras que el 87,7 por ciento apenas comparte la idea de que las personas jubiladas representen una carga para la sociedad.
En comparación con las generaciones anteriores, los españoles dicen que los hijos, en general, atienden a sus padres mayores peor que antes, en un 56,2 por ciento, mientras que solo siete de cada 100 considera que mejor.
¿Cuándo se es mayor?
Al mismo tiempo, el 45,8 por ciento cree que una persona deja de ser un niño y se convierte en joven entre los 11 y los 15 años. Después, deja de ser joven entre los 21 y los 30 años (27,3 por ciento) y la principal razón es porque cambia su forma de ser y de pensar, y le llega la adquisición de responsabilidades y obligaciones.
Una de cada cuatro personas encuestadas (25 por ciento) considera que el declive de las capacidades físicas es la razón más importante para decir que una persona ya es mayor o pertenece al grupo social conocido como tercera edad. Entre los 66 y los 70 años es el rango de edad a partir del cual se puede considerar que alguien pertenece a este sector, según reconoce la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas.