La granizada se llevó por delante los cultivos de 1.500 hectáreas

Maite Martínez Blanco
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Abengibre y Marimínguez concentran la mayor parte de los daños por una tormenta que en la cooperativa de San Miguel estiman que ha arruinado más de dos tercios de su cosecha

Estado en el que quedó un viñedo en espaldera tras la tormenta en el término de Abengibre. - Foto: Esparcia

maite martínez blanco / albacete

«Los vecinos no tienen ganas ni de hablar», decía ayer la alcaldesa de Abengibre, Felicidad Alberola, que esperó a que despejara la tormenta del lunes para recorrer los caminos y comprobar sobre el terreno los daños. Y son muchos, sobre todo en la zona de El Ardal, de Abengibre a Casas Ibáñez, «hay tres kilómetros en los que está todo destruido, hasta los sarmientos».

A falta de que los peritos evalúen los daños con exactitud, en la Cooperativa San Miguel estiman que el 85% de las 1.100 hectáreas cuya uva se recolecta en su bodega han sufrido daños muy severos. «Muchas viñas no habrá ni que vendimiarlas, todo está en el suelo, los socios más mayores de 80 años dicen que jamás habían visto caer piedras del tamaño de una pelota de ping pong durante 20 minutos como ocurrió este lunes», cuenta el presidente, José Antonio Pardo Piqueras.

Abengibre se ha llevado la peor parte de esta tormenta, sobre todo los campos situados en dirección a Casas Ibáñez, donde se recogieron entre 20 y 40 mm de agua, pero no ha sido el único municipio con daños. Los servicios periféricos de Agricultura tenían ayer constancia de daños graves, además de en Abengibre, en Fuentealbilla, La Recueja y la pedanía de Marimínguez. Las primeras estimaciones hablan de 1.500 hectáreas de cultivo afectadas, sobre todo de viñedo, pero también de almendro, olivar y cereales.  

Los agricultores de la zona lo van a pasar mal. «Aquí el 90% de los vecinos vivimos del campo, sobre todo de la viña y esta vendimia no creo que cojamos ni la mitad, de la mitad de uva, es difícil que lleguemos al millón de euros de facturación, cuando en la pasada campaña alcanzamos los 3,5 millones de euros». Estas estimaciones las hace el presidente de la cooperativa que se queja amargamente del coste de asegurar los viñedos, «nadie asegura las viñas porque el seguro sale muy caro, entre 0,02 y 0,05 céntimos por kilo de uva, las ayudas de Agroseguro deberían dárnoslas a los agricultores», sentencia Pardo.

Después de una «sequía brutal», ahora las tormentas se llevan por delante las cosechas en algunos municipios, la semana pasada le tocó a Villamalea y esta a Abengibre. El presidente provincial de Asaja, José Pérez Cuenca, solicitó a la administración créditos sin intereses para que las explotaciones agrarias puedan seguir adelante, «sin circulante, el campo no se podrá mantener», sentenció.

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) instó también a la administración a tramitar con celeridad las indemnizaciones de los seguros agrarios y pidió que se pongan en marcha ayudas directas para las zonas más afectadas. «Esto es el campo, primero la sequía y ahora las tormentas», se lamentó el secretario provincial de UPA, Julián Martínez.

Aunque los daños se han concentrado en La Manchuela, las tormentas con piedra han caído en otras zonas de la provincia, por ejemplo, en la Sierra del Segura aunque aquí sin causar daños. En Caudete sí que ha habido una zona arrasada por el granizo, la que linda con Villena. Fincas como la de El Soldado, dedicada al cultivo de melón, lechuga y espinacas, han perdido toda la cosecha, según relató un agricultor de la zona, Andrés Martín.