El Real Madrid volvió 91 días después a su estadio para la disputa del XXXIX Trofeo Santiago Bernabéu en el que era el primer partido en casa tras la marcha de Cristiano Ronaldo, y ante el Milan (3-1) fue Bale el que asumió los galones con una asistencia a Benzema y un tanto al filo del descanso.

El choque comenzó siendo una lluvia de goles en la que el conjunto anfitrión golpeó primero. Una buena jugada del galés desbordando a Ricardo Rodríguez por la derecha la aprovechó Benzema para imponerse en el segundo palo y hacer el 1-0 cuando tan solo había transcurrido un minuto y medio.

Aunque la alegría le duró poco al conjunto de Julen Lopetegui, ya que el argentino Higuaín, recién llegado desde la Juventus, puso el empate tras un buen disparo desde fuera del área.

Tras un inicio emocionante, el ritmo de juego bajó y el cuadro local se hizo con el control de la posesión en un 4-2-3-1 que probó el entrenador vasco con Casemiro y Kroos dando estabilidad en el centro y libertad a los hombres de arriba.

Además, el choque era una prueba más para los que los atacantes se destaparan. Esta vez en el primer encuentro del conjunto merengue en casa tras la marcha de Cristiano Ronaldo. Y fue Bale el que más lo intentó hasta que llegó su premio en el minuto 46 al aprovechar un balón suelto en el área, demostrando su instinto goleador.

Lopetegui movió ficha en el descanso y metió más juego asociativo con Ceballos por Casemiro manteniendo el esquema que tan buen resultado le dio en la segunda parte frente a la Juventus de Turín (3-1) y en el encuentro frente al Roma (2-1).

La segunda mitad fue un carrusel de cambios de ambos conjuntos pero el exseleccionador nacional mantuvo durante 75 minutos al trío de ataque formado por Asensio, Benzema y Bale.