La Unión Europea y el Reino Unido siguen aferrados a la idea de cerrar en octubre el acuerdo en el convenio del Brexit, aunque, tras una reunión de tres días, los negociadores de los dos bandos admitieron ayer que podrían ser «flexibles» y aplazar esa fecha «un poco» si fuera necesario.

«Por el momento, trabajamos para alcanzar el objetivo final de este pacto en octubre, pero no es cuestión de algunos días o semanas, si necesitamos un poco más de tiempo lo tendremos, tenemos esa flexibilidad», aseguró el representante comunitario, Michel Barnier.

El diplomático francés subrayó que los trámites necesarios para permitir el divorcio británico en la fecha prevista, el 29 de marzo de 2019, implican una serie de formalidades, incluida la ratificación del pacto, que hacen necesario finalizar esta fase negociadora «como muy tarde en noviembre».