Netanyahu se muestra dispuesto a retomar las negociaciones de paz

Agencias
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El primer ministro israelí propone centrar las nuevas conversaciones con Palestina, que se rompieron hace más de un año, en identificar los asentamientos judíos en territorio árabe

 
 
A pesar de que su nuevo Gobierno, el cuarto que lidera, es el más a la derecha de todos los que ha dirigido y el más reacio a acercar posturas con Palestina, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, abrió ayer la puerta a retomar las negociaciones de paz con sus vecinos árabes, unas conversaciones que se rompieron en abril de 2014. Eso sí, el diálogo tendría el foco inicial centrado en identificar los asentamientos judíos que Tel Aviv mantendría, con lo que se permitiría a las instituciones hebreas continuar expandiéndose en suelo musulmán.
Precisamente, la edificación de estas viviendas de colonos fue una de las principales causas por las que se rompieron las conversaciones anteriores, ya que el Ejecutivo israelí se dedicó a ocupar Cisjordania y Jerusalén Este, áreas que los palestinos reclaman para su futuro Estado, ya reconocido por varios países. La otra gran razón para que se cancelara el diálogo fue la decisión del presidente de la ANP, Abu Mazen, de llegar a un acuerdo para la formación de un Gobierno de unidad nacional con Hamas, que controla la franja de Gaza, un hecho que enfureció a Netanyahu.
Después de estos desencuentros, el premier parece querer recuperar las negociaciones. O, al menos, así se lo hizo saber a la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, a la que explicó que una parte de los territorios ocupados por Israel en la guerra de 1967 seguirían bajo su soberanía, mientras que otras partes quedarían bajo control palestino.
«Por tanto, las conversaciones deberían reanudarse para definir esas áreas en las que podemos construir», apuntó un portavoz del Gabinete hebreo citando a Netanyahu.
Con el inicio hace dos semanas de su nuevo mandato, el primer ministro se enfrenta a los llamamientos de EEUU y la UE de retomar el diálogo con sus vecinos y también a la amenaza de una presión mayor para limitar la edificación de asentamientos, que la mayoría de los países considera ilegal. Un entendimiento en unas eventuales conversaciones de paz permitiría a Israel seguir construyendo sin generar las iras de sus aliados occidentales y aplacar a los radicales en el Ejecutivo que quieren que haya más viviendas en las colonias.
 
«Más de lo mismo». En el bando palestino, siempre han mostrado su disposición a aceptar un mínimo intercambio de territorios a cambio de una compensación israelí. Sin embargo, al ser preguntado por la postura judía, un portavoz de Mazen insistió en que la actividad en los asentamientos tiene que cesar antes de que se reanuden las conversaciones de paz y que todas las cuestiones clave del conflicto deben abordarse de manera simultánea en la mesa de diálogo, y no por partes.
Es más, el jefe negociador árabe, Saeb Erekat, subrayó que lo que propone Tel Aviv «no es nada nuevo». «Es una petición para seguir con la construcción ilegal con consentimiento palestino», criticó.
«Si Netanyahu quiere conversaciones, debe primero reconocer el Estado palestino», remachó.