El salón de actos de la Diputación Provincial acogió la presentación de Una tarde parda y fría... Antología de recuerdos escolares, editada por los Amigos del Museo Pedagógico y del Niño de Castilla-La Mancha (Amuni)  obra en la que participan 68 poetas de ámbito nacional, muchos de ellos vinculados a la actividad docente.

La albacetense Pilar Geraldo Denia, promotora del proyecto y coordinadora del libro, que ha contado con el pleno respaldo de los responsables del Museo Pedagógico y del Niño (cuyo director, Juan Peralta, asistió a la presentación acompañado por el diputado provincial de Cultura, Fermín Gómez), aseguraba que «la idea fue hacer una especie de antología poética de temas y recuerdos relacionados con la escuela, la figura del maestro o la propia infancia, por ello el título está sacado del célebre poema de Machado, porque estamos recordando la historia de la educación a través del tiempo».

ecos al ayer. Por sus especiales características, la singular antología rezuma gran añoranza, con ecos constantes al ayer o la evocación de algunos sueños olvidados, dibujando una emotiva semblanza de la vieja escuela, esa que vivieron las anteriores generaciones, tan diferente a la actual aunque no tan lejana.

Geraldo, que también estuvo vinculada a la enseñanza durante más de cuatro décadas,  define gráficamente la publicación como «un manojo de poemas con sabor a escuela» y alude a la categoría de los autores que participan en el proyecto, muchos de reconocido prestigio y con numerosos galardones en su haber, con los que se puso en contacto a través del colaborador  Francisco Jiménez Carretero, ardua tarea que le ha llevado dos años de trabajo.  Finalmente, destacó el papel decisivo que ha tenido Amuni y el Museo del Niño en esta iniciativa, «el verdadero protagonista de esta obra, que es, a su vez, la casa de la memoria, de la educación y de la infancia», y adelantaba que al tratarse de una tirada relativamente corta posiblemente habrá una segunda edición.

poesía y música. El acto de presentación contó con la intervención de cinco poetas (Rubén Martín, Ángela Anaya, Gustavo Villalba, Ana María Romero y Antonio García de Dionisio) que dieron lectura a sus propias composiciones, un recital poético acompañado musicalmente a la guitarra por Natalia Roda y Ana Valero Domínguez y donde también participaron dos niños: Elena Piqueras que recitó El maestro de mi escuela, un poema de Alfonso Ponce cargado de simbolismo, y Mateo García, que entablaba un diálogo con su abuelo, Sebastián Madrigal, basándose en la bella prosa poética de éste.