Heróes albacetenses del año

JOSECHU GUILLAMÓN
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Personas capaces de devolver una cartera llena de dinero, de auxiliar a una persona en un incendio, de encontrar a un desaparecido o detener a un ladrón fueron reconocidas por la Policía Local por su esfuerzo desinteresado

Cada año, la Policía Local condecora a varias personas anónimas por su colaboración en la resolución de problemas. Este año 12 han sido los ciudadanos cuya labor ha sido reconocida. Se trata de Pilar Cerezo Castaño, Miguel Aparicio Ruiz, Francisco Fernando León Navas, José Peñarrubia Sevilla, Inés Alejandra Lozano Romero, Rubén García Fernández, Andrés Álvarez Sánchez, Víctor Ponce Gómez, María Teresa Fernández-Tejero, Alberto Jiménez Hortelano, Emilio José Alfaro Sánchez y Celestino Cebrián Picazo.

El pasado 1 de enero se producía un incendio en la calle Herreros. Alrededor de las 10 de la mañana, Francisco Fernando León Navas se dirigía a su trabajo y pasó por el lugar y escuchó a dos chicos pidiendo ayuda. «Los chavales estaban fuera y había una mujer dentro, a la que tratamos de sacar. Tratamos de entrar, pero no la encontramos a causa del humo».

Sin embargo, sí que pudo ayudar a salir a dos mujeres de otros pisos. La mujer que estaba en la vivienda falleció, porque «los bomberos y la policía tampoco pudieron salvarla, por eso este ciudadano afirma que no se siente un héroe. «No me considero un héroe, me siento mal por no haber podido salvar a la mujer y haber actuado antes con un extintor. Creo que si más gente hubiera actuado, en lugar de mirar, podríamos haber hecho más».

En cualquier caso, Francisco Fernando León se sentía satisfecho con el reconocimiento. «Es bonito y la Policía se hace más cercana al ciudadano». En el mes de julio desapareció un hombre en la localidad de Tinajeros (A.G.); por ello, varios vecinos de la población decidieron buscarlo, para que no le ocurriera ninguna desgracia, entre este grupo de personas se encontraban Andrés Álvarez Sánchez y su amigo Víctor Ponce. Tras horas de búsqueda, lograron encontrarlo a las afueras de la localidad. «Se había perdido, estaba desorientado».

María Teresa Fernández-Tejero también ayudó a un hombre en apuros, aunque en esta ocasión no estaba desorientado, ni perdido, sino que sufrió un infarto en plena calle, concretamente en Isabel la Católica. «Eran sobre las 12,30 horas, estaba tomando café con una amiga y vimos  a un hombre apoyado en un semáforo, que se veía que le pasaba algo, pero nadie le decía nada».

Ante la pasividad de la gente que pasaba junto al hombre, decidieron intervenir. «Yo sólo quería ayudar, fue vergonzoso que la gente pasara de largo. Al señor era la tercera vez que le daba un infarto y ya sabía lo que le sucedía, por lo que nos dijo que llamáramos al 112 y así lo hicimos. Nos quedamos con él hasta que llegó la ambulancia».

una pelea. Alberto Jiménez Hortelano estaba trabajando de vigilante en la Feria, en la zona de las carpas, cuando a las 6,45 horas de la madrugada se produjo «un rifi rafe entre dos muchachas y un muchacho con unos rumanos. Nos avisó una muchacha de que un rumano había pegado al chaval. La muchacha se puso violenta, se pusieron a dar golpes e intenté mediar, los sujetamos hasta que llegó la Policía».

Por su parte, Rubén García Fernández impidió que un hombre ebrio se pusiera al volante de su vehículo.

En cuanto a Miguel Aparicio Ruiz, se encontraba en la calle Rosario cuando vio a un hombre salir corriendo y escuchó un grito que decía «al ladrón, al ladrón», por lo que comenzó a perseguir al hombre. Por equivocación, un policía estuvo a punto de golpearlo con una porra «pude esquivarlo. Al final paré al ladrón y los agentes lo esposaron», ya que se había llevado varias prendas de una tienda cercana. Algo muy parecido hizo Pilar Cerezo Castaño, que logró detener a un hombre que había hurtado varias prendas en una tienda. También Celestino Cebrián Picazo colaboró para evitar un robo.

Inés Alejandra López se encontraba patinando con su prima Inés, cuando se encontraron 550 euros en la calle en billetes sueltos, por lo que decidieron llevarlos a la Comisaría para que se hicieran cargo y se lo devolvieran a su propietario. «Los recogimos y los juntamos, pensamos que serían de alguien que los había sacado para comprar los regalos de Navidad, porque era 20 de diciembre, fue cerca del Colegio Escolapios. Los llevamos a la Policía. No nos costó tomar la decisión».

Algo similar le sucedió a José Peñarrubia Sevilla, que se encontró una cartera en el parking de la Avenida de España, donde trabaja. «La cartera tenía 600 euros y la documentación, no dudé ni un momento, no habría dormido tranquilo si me hubiera quedado con el dinero, aunque mucha gente me dice que se lo habría quedado, pero seguro que la persona que lo perdió lo necesitaba». Emilio José Alfaro se encontró un Iphone 6 en la Feria y se lo llevó a los agentes de la Policía Local. «Localizaron al dueño del teléfono. No lo hice sólo por el dinero que cuesta un Iphone 6, que vale unos 1.000 euros, sino por los problemas que le causa a una persona perder el teléfono. A mí me gustaría que si alguna vez pierdo el móvil me lo devolvieran». Pequeñas hazañas que tuvieron su reconocimiento.