La radiación de las antenas de telefonía no llega al límite legal

TERESA ROLDÁN
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En el estudio han colaborado 75 personas que, gracias a un aparato de medición las 24 horas, han recogido un total de 13 millones de datos.

Una vista aérea de varias viviendas con antenas de telefonía móvil en sus tejados. - Foto: LUIS LÓPEZ ARAICO¶

Definitivamente podemos estar tranquilos porque las radiaciones que emiten las ondas electromagnéticas de las antenas de telefonía móvil en la capital están muy por debajo de los límites legales permitidos en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, que es de los más restrictivos de todo el territorio nacional.

Así se pone de manifiesto en las conclusiones que se han obtenido del proyecto de investigación que se ha venido desarrollando por parte de tres profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y que en breve se presentará en un acto público. Un estudio a través del que se pretendía caracterizar la radiación media que reciben las personas de las antenas de telefonía móvil que hay instaladas por toda la ciudad.

El trabajo de investigación concluye, según informó uno de los autores del proyecto, el profesor de Radiología y Medicina Física de la Facultad de Medicina de Albacete, Alberto Nájera, que la radiación que estamos recibiendo de las antenas de telefonía es equivalente a una bombilla de 100 vatios situada a un kilómetro, «con la salvedad que la energía que emite la bombilla es 1.000 veces mayor que la radiación telefónica de los móviles, porque entre otras cosas en más visible».

Este proyecto recibió en su momento financiación de la última convocatoria de proyectos de innovación, siendo la dotación concedida de 40.000 euros, cantidad con la que se adquirieron los cuatro aparatos de medición de ondas electromagnéticas (que supusieron más del 80% del presupuesto), la actualización de un equipo y recalificación de todos los equipos, y la compra de dos portátiles de gama alta.

De las 209 personas que se inscribieron para participar como voluntarios portando los aparatos de medición, 82 realizaron mediciones y de ellos, 75 fueron finalmente válidos (el 57% eran hombres y el 43% mujeres). El protocolo que tenían que seguir era sencillo: hacer vida normal con el equipo de medición durante las 24 horas del día. Cada participante ha hecho 8.640 medidas clasificadas hasta con 20 variables diferentes y por 14 bandas de frecuencia distintas, por lo que los datos obtenidos de cada voluntario han sido 172.800 y de los 75 participantes la suma da 13 millones de datos recogidos.

Además, el 66% de las mediciones se efectuaron, como apuntó el profesor Nájera, en días laborales y un 10% en fines de semana;el 84% de los participantes tenía wifi;un 77% usaba en su domicilio teléfono inalámbrico, y la mayor parte tenía estudios (un 25% licenciaturas y grados y un 21% diplomaturas, otros 20% contaba con el Bachillerato). Asimismo, el 33% de los voluntarios mostraba preocupación por las antenas de telefonía móvil y sus efectos en la salud, mientras que un 41%no, al tiempo que un 7% dijo tener síntomas que achacaba a las antenas.

Las mediciones se realizaron en 2010, 2012 y enero de 2014, y de los datos recopilados se desprende que la fuente de radiación más importante y que más energía aporta es el teléfono inalámbrico que tenemos en casa (que supone el 55% de toda la radiación medida en este estudio; el 26% corresponde a las antenas de telefonía móvil; el 14% al wifi y el 5% a la FM).

El límite legal de exposición de las personas a ondas de radiofrecuencia se fija en Castilla-La Mancha en 0,1 vatios por metro cuadrado; sin embargo, los cuatro aparatos de medición utilizados para el proyecto medían siete órdenes de magnitud por debajo (0,000000066 w/m2), lo que equivaldría a medir un kilómetro con la precisión de una décima de milímetro, como apuntó el profesor Alberto Nájera, que junto a los profesores Enrique Arribas y José Manuel Villalba, han sido los autores del estudio. De hecho, la radiación que emiten las antenas de telefonía móvil estaría entre 1.000 y 10.000 veces por debajo de ese límite legal y entre 100.000 y un millón de veces el efecto térmico  para las personas.

En paralelo al desarrollo de este proyecto otros estudios científicos han determinado en los últimos tiempos que las antenas de telefonía móvil no son nocivas para la salud y que no existe ninguna relación probada entre telefonía móvil y cáncer.

Alberto Nájera aclaró que éste ha sido el primer estudio con este sistema  de medición de ondas de radiofrecuencia que se realiza en España y el séptimo existente a nivel mundial, donde el 70% de las mediciones se han realizado en el ámbito del domicilio familiar, y donde el 90% de los datos obtenidos demuestra que las radiaciones están por debajo de 0,2 milivatios;sólo un 10% de los datos son valores por encima de 0,2 (1.000 veces por debajo del límite legal).