Nueva vida, nuevas exigencias

Cristóbal Guzmán
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El Albacete Basket se enfrentará a grandes retos para adaptarse a su nueva condición de club integrante de la Liga LEB Plata, una categoría que demandará un gran esfuerzo en materia económica, deportiva y de infraestructura

El Albacete Basket ha conseguido, en el cuarto año de su existencia, un éxito deportivo sin duda importante como es ascender a la Liga LEBPlata. A la tercera fue la vencida.

Mientras la resaca por la victoria todavía continúa, más pronto que tarde el club deberá afrontar un reto acorde con su nueva condición, a saber, el hecho de haber accedido a una categoría profesional con todas sus consecuencias.

La primera de ellas, y no menor, es la cuestión de la instalación en la que disputará sus encuentros oficiales, y más en una ciudad cuyas autoridades a todos los niveles a han sido incapaces de dotarla de un pabellón moderno en los últimas décadas, similar al de otras localidades incluso con una población menor. La experiencia del pabellón universitario, acondicionado por el Ayuntamiento tras el ascenso a División de Honor del Albacete Fútbol Sala en 2005, con una inversión poco fructífera cercana al millón de euros, es una muestra de la improvisación en esta materia.

El caso es que el Albacete Basket, que ha recuperado a buena parte de los aficionados a este deporte, deberá ajustarse a la normativa de la LEBPlata en no pocos elementos como las dimensiones de la pista de juego (28x15), la distribución del espacio y dus medidas, los tableros móviles y, sobre todo, la superficia de madera que se requiere en esta categoría.

También habrán de remodelarse otros aspectos relevantes como el marcador electrónico completo con sus características detalladas en las bases de competición, las nuevas exigencias en los vestuarios, en los servicios de comunicación, la iluminación de la pista, la calefacción y la ventilación de la instalación.

A este respecto, en vista del más que probable ascenso del Albacete Basket, se han venido desarrollando contactos entre los responsables del club y los del Instituto Municipal de Deportes para estudiar una adaptación a las nuevas necesidades del vetusto Pabellón del Parque, donde el Albacete Basket prefiere seguir disputando sus encuentros por lo céntrico de su emplazamiento. Durante esta semana se reunirán las partes para concretar el contenido de una posible reforma.

El pabellón universitario supondría una alternativa, si bien cuenta con las desventajas de estar situado más retirado del centro y la necesidad, si así se planteara, de poner en marcha un convenio para su uso.

Sea como fuere, el club podría acogerse a la posibilidad de un año de mora para reformar progresivamente la instalación si así lo autorizara la Federación Española de Baloncesto (FEB).

Un club acostumbrado a moverse en el ámbito amateur también habrá de resetearse ante las nuevas exigencias económicas.

Si en la temporada concluida su presupuesto ascendió a poco más de 100.000 euros, se prevé que esa cantidad se triplique en la campaña próxima, empezando por el aval y derechos de insripción (80.000 euros este año), el coste de los desplazamientos o la confección de una plantilla que habrá de renovarse al menos en la mitad de sus componentes.

A este respecto, se da por perdido a Garrett Nevels, que dará el salto a una categoría superior, si bien se tiene esperanzas en retener a jugadores básicos como Otero y Massine Fall, con cuyo trabajo Alfredo Gálvez está satisfecho.

Contando a jugadores de la casa como Eugenio Gómez, Diego Fox, Vilches, Carlos López o Maldonado, debería afrontarse la incorporación de tres o cuatro efectivos para completar una plantilla de ciertas garantías que, además, ya contarían con sus preceptivos contratos profesionales acordes con la categoría conquistada.

Todo elllo requerirá, indudablemente, un incremento proporcional en los ingresos. Para ello se negocia la inclusión de un nuevo patrocinador como fuente principal de ingresos, pero también se pedirá ayuda de los que han ayudado hasta ahora y también un incremento del número de abonados, que en la temporada ya concluida fueron algo más de 400.