La Policía arresta a cuatro hombres por explotación laboral de rumanos

REDACCIÓN
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Los detenidos son de una familia y trajeron a la provincia a cientos de compatriotas con promesas de buenas condiciones de trabajo, pero no les pagaban y les mantenían hacinados

Imagen de archivo de un trabajador del campo que realiza una ristra de ajos. - Foto: TOMÁS ALONSO

Durante el pasado mes de mayo la Oficina de Extranjería de la Subdelegación  tramitó unos 600 NIE para ciudadanos rumanos, un número «excepcional» que hizo pensar a la Policía Nacional en la posibilidad de que algún grupo organizado estuviera trayendo a Albacete a decenas de compatriotas. La tesis era correcta, y cuatro rumanos de una misma familia han sido arrestados por explotación laboral, ya que trajeron desde Rumanía a compatriotas (cerca de 200, según la investigación) a quienes engañaban con falsas promesas de contrato de trabajo, buen sueldo, y buenas condiciones de alojamiento y manutención a cuenta de la empresa. En lugar de eso, lo que los rumanos encontraban al llegar a Albacete se parecía más al tiempo de los esclavos: trabajo sin pagar y una misma vivienda para todos, compartiendo habitación hasta seis personas, y por supuesto pagando ellos un precio por el alquiler y por la comida.

La Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía informó ayer de estas detenciones contra los cuatro rumanos, quienes sin llegar a constituir ninguna sociedad mercantil habrían formado «un entramado familiar» dedicado a la captación de trabajadores rumanos en su país de origen, con «promesas engañosas» sobre las condiciones de trabajo a realizar en España. Aquí en Albacete los ahora detenidos realizaban labores de intermediación con empresarios del sector del ajo para cederles «de forma ilegal» la mano de obra que controlaban los citados desde su captación, venida a España, alojamiento, manutención y trabajo;  les retenían la documentación personal y posteriormente la mayoría o la totalidad del salario de los trabajadores.

<b>LA DENUNCIA.</b> En esta operación es más que curiosa la forma en la que la Policía llegó hasta los delincuentes, y es que al observar la multitud de trámites en la Subdelegación la Comisaría decidió repartir información entre los ciudadanos extranjeros, informándoles de sus derechos y de la posibilidad de dar parte y denunciar ante cualquier situación de explotación que pudieran sufrir. La llamada surtió efecto, y 18 personas acudieron a para relatar un hecho coincidente: Un padre y tres hijos habían traído a España a 42 personas con estas falsas prometas de trabajo bien remunerado (más de 1.000 euros de salario), y después se encontraron con esas condiciones distintas. Incluso una mujer que denunció los hechos también denunció haber sufrido una agresión sexual de parte de uno de los arrestados. En la investigación policial se pudo detectar, que además del grupo de 42 personas, otro grupo de 90 rumanos hicieron sus trámites en Albacete señalando un mismo domicilio de Balazote, casa que era el domicilio del clan familiar investigado.