La presidenta de Castilla-La Mancha aseguró ayer que Toledo se convertirá este año en el «epicentro de la cultura» con la celebración de los actos de conmemoración del IV Centenario de la muerte del Greco en la ciudad imperial. Esta efeméride servirá para poner a Toledo en el punto de mira de los amantes de la cultura en general y de la pintura en particular, porque «2014 será el año del Greco pero también será el año de Castilla-La Mancha», confirmó María Dolores Cospedal.

Así lo expresó la presidenta regional durante el acto de presentación de estos actos que tuvo lugar ayer en el Museo del Prado, «buque insignia de la cultura española» añadió. Junto a ella, destacadas personalidades del mundo de la política, la sociedad y la cultura regional se dieron cita en la pinacoteca madrileña para abarrotar el auditorio con cerca de 500 personas que no quisieron perderse lo que ha supuesto el pistoletazo de salida para esta conmemoración que quieren, como la obra del Greco, sobreviva más allá de este año.

La presidenta está convencida de que este evento servirá para consolidar la región como referente en el turismo de interior «de primer nivel» con el impulso que ello conllevará para la generación de riqueza y empleo, «que es lo más importante en este momento» añadió. Por eso, Cospedal aseguró que «es el momento de redescubrir al Greco, pero también de redescubrir Toledo y Castilla-La Mancha». Se trata de que la industria turística, el comercio o la hostelería aprovechen esta efeméride, insistió.

«Es el momento de adentrarse en el conocimiento y el reconocimiento del Greco», dijo la presidenta en su discurso que estuvo cargado de referencias a la capacidad de innovación de un pintor que encontró en Castilla-La Mancha «su personal y característico lenguaje», con una modernidad «que sigue aún hoy vigente», concedió. Tanto es así que Cospedal alabó la «valentía» del pintor para «romper con lo establecido».

Cospedal señaló que Castilla-La Mancha se encuentra inmersa en una profunda transformación económica y social, «una metamorfosis de tal calado que pretende aventurar no ya una época de cambio, sino un cambio de época como la que vivió el pintor que buscó nuevas formas de expresión». Es responsabilidad de cada uno el ver similitudes en aquella actitud con el camino emprendido por el Gobierno autonómico, pero esa mención a la valentía, a la ruptura y al cambio de época quiso dejar ver ese nuevo rumbo para Castilla-La Mancha. Una vocación rupturista «sin renunciar a la tradición pues sobre la tradición se asienta una nueva forma de expresión y de creatividad». Una tradición y cambio que «deben ser generadores de crecimiento y de nuevas oportunidades», indicó.