Clases sin tinta ni papel

MAITE MARTÍNEZ
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Tres colegios y cuatro institutos de la provincia experimentan con la 'mochila digital', que cambia libros por textos digitalizados

Alumnos de la clase de sexto curso del colegio público Doctor Fleming, probando los miniordenadores con los que trabajarán en clase. - Foto: Arturo Pérez

Nadie parece dudar que más tarde que temprano la escuela terminará dando el salto a lo digital. Ahora, el salto no es sencillo. Los escolares han vuelto a las aulas, un año más, con la pesada carga de llevar a diario una mochila llena de libros y libretas.

Son pocos, tan solo siete, los centros educativos que este curso se han atrevido a embarcarse en el proyecto de la llamada ‘mochila digital’. Una aventura educativa con la que se pretende decir adiós a los libros de texto tradicionales y sustituirlos por recursos educativos digitales. Estos siete centros, cuatro institutos y tres colegios, ya participaron en el denominado Plan Escuela Extendida, el curso pasado. El colegio Mari Llanos Martínez, que el año pasado sí que se sumó a este programa, no repite. Y es que los comienzos no son fáciles. Quienes sí que continúan son los institutos Andrés de Vandelvira, Don Bosco y Leonardo Da Vinci en Albacete y el IES Virrey Morcillo en Villarrobledo; además de los colegios de la capital Ave María, La Paz y Doctor Fleming.

Yolanda Fernández es maestra en el colegio Doctor Fleming, uno de los centros públicos que sigue apostando por la mochila digital pese a los problemas técnicos que sufrieron el curso pasado. Entre fallos de la conexión a internet y de la plataforma Papas 2.0, la mochila digital no llegó a funcionar al cien por cien, por lo que los maestros tuvieron que recurrir de nuevo a los libros de papel. «Íbamos alternando», cuenta Yolanda, «intentábamos cada día conectarnos, pero unas veces el libro no se cargaba por el módem, otras la plataforma Papas no nos dejaba acceder y entonces teníamos que usar los libros de papel».

Este curso volverán a intentarlo. Yolanda nos recibe el martes en su aula. Ese mismo día, al despedir a los alumnos se quedará en el colegio para participar en un curso on line de formación sobre la mochila digital. Confía en que las dificultades técnicas hayan quedado solventadas ya. La implicación de los maestros es fundamental, pues a su formación académica ahora deben sumar unas competencias tecnológicas que deben ir aprendiendo, «en casa te toca echar muchas horas, porque no sabemos ni de mantenimiento de ordenadores, ni de programas..., requiere mucha dedicación y estudiar, porque no se nos ha formado antes del plan».

Miniordenadores. No todos los alumnos del colegio Doctor Fleming experimentarán con la mochila digital, solo los 42 escolares de 5º curso y los 33 que están en 6º; en total, 75 chicos. En este colegio, los estudiantes trabajarán con los mini ordenadores (netbook) que la Consejería de Educación repartió hace cinco años a los alumnos de 5º curso.

Aunque la norma establece que son los padres los que tienen que correr con los gastos del dispositivo que vaya a utilizar su hijo en clase, sea una tablet, un ordenador portátil o un netbook. En estos ordenadores consultarán los libros digitales de las asignaturas que han incluido en la mochila digital, como mínimo deben ser cinco. En el Doctor Fleming han apostado por digitalizar las matemáticas, la lengua, el inglés, la educación física y las ciencias sociales y naturales. Cuando la enseñanza digital esté totalmente implantada, no solo se aliviará el peso de las mochilas, sino también el gasto que las familias tienen que hacer a la hora de comprar los libros. En el Doctor Fleming, por ejemplo, los alumnos de 6º curso tendrán que comprar las licencias para poder acceder a los libros digitales, «no sabemos aún los precios, calculamos que costarán unos 12 euros por licencia, aunque esperamos que la editorial nos haga un paquete más económico». Estos chicos trabajarán, además, con los libros de préstamo de 6º curso que hay en el colegio.

Los escolares de 5º, sin embargo, sí que han comprado los libros de papel, puesto que al aplicarse ya en este curso la Lomce no les sirven los viejos libros de préstamo que hay en el cole. La editorial, este año, facilitará a las familias las licencias digitales gratis, evitando así que los padres tengan que soportar un doble gasto, el del papel y el digital. No obstante, la Consejería de Educación ha anunciado que convocará una línea de ayudas para sufragar hasta el 50% del coste de las licencias de los libros digitales que compren las familias.

Y es que no todos los chicos lo tienen fácil. «Aquí tenemos alumnos que en casa no tienen conexión a internet, ni wifi», precisa la maestra del Doctor Fleming, que anda dándole vueltas a cómo solucionar este handicap. La idea es que el contenido digital pueda quedar descargado en el miniordenador, de tal forma que el alumno pueda trabajar en él en casa sin necesidad de conexión.

Por el contrario, hay otros alumnos a los que el netbook que se les facilita en el colegio les queda anticuado. «Es una buena idea que estudiemos en el ordenador, pero estos tienen muchos años, a veces tardan media hora en cargar el libro y no tienen power point», se queja Juan Carlos, un chico de 6º curso. Justo enfrente, uno de sus compañeros, Andrés, se manifiesta encantado con la idea de cambiar los libros de texto por el ordenador, «es innovador y además aprendemos mecanografía».

Su tutora, Yolanda, está convencida de que el trabajo en el aula con las nuevas tecnologías es más «motivador» para los chicos, aunque admite que tanto a ella como a sus compañeros les cuesta aparcar por completo el papel, «aún les mandamos que hagan cosas en la libreta, que sigan escribiendo, porque pensamos que es importante que sigan practicando la caligrafía, ¡a lo mejor es que somos aún un poco anticuadas!», dice con humor esta maestra.