Los testigos sitúan al acusado de matar a la joyera en Ontur

J.G.
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El jefe del procesado afirma que le pidió que dijera que el día de los hechos estaba en el trabajo, aunque lo había despedido un día antes

Imagen de uno de los testigos durante su declaración. - Foto: J. Guillamón

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer la cuarta sesión del juicio contra el hombre que se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable por el crimen de la joyera de Albatana, Francisca Jiménez, en el que varios testigos situaron al acusado en Ontur el día de los hechos.

Dos de ellos, un joven que regentaba un bar de Ontur y uno de sus clientes, reconocieron al procesado sin lugar a dudas y afirmaron que sobre la 1,30 de la madrugada, del 1 de julio de 2015, apareció en el establecimiento y ofreció 100 euros para que lo llevaran a Tobarra, también dijeron que llevaba una bolsa y el dueño del bar aseguró que no iba descalzo, como comentó el acusado.

Otro cliente, que lo reconoció en su día en fotografías, no pudo decir con certeza en la sala si era el procesado, porque había pasado mucho tiempo, sin embargo corroboró su declaración prestada en instrucción, en la que dijo que se trataba de un sudamericano, de 1,70 metros de altura, pelo negro y con camiseta naranja.

Antes de que ardiera el coche de la fallecida, un matrimonio que residía en la calle donde apareció el vehículo de Francisca Jiménez en llamas, vio pasar el turismo. El marido dijo que lo conducía un hombre sudamericano, que no era corpulento y que iba solo, aunque no pudo descartar que fuera alguien tumbado en el asiento de atrás.

También declaró la vecina que descubrió el coche ardiendo sobre las 12,40 horas y una mujer que tomaba el fresco y vio pasar a un individuo sobre la una de la madrugada, que según declaró en instrucción tenía el pelo negro, era de mediana estatura y llevaba una camiseta naranja o rojiza, aunque tres años y medio después ya no lo recordaba con claridad.

Otro joven que montaba a caballo vio pasar el coche a gran velocidad, sobre las 19,35 horas, por el camino del pantano y dijo que pudo observar que lo conducía un hombre y que no iba nadie en el asiento del copiloto, aunque no pudo ver el asiento trasero.

También un vecino de Albatana que se encontraba en Ontur sobre las 18,15 horas, vio pasar el coche de Francisca Jiménez conducido por un varón de pelo moreno, al que volvió a ver una hora después, por un camino que iba hacia la carretera de Jumilla.

Un vecino de Mora de Santa Quiteria (Tobarra), ratificó su declaración realizada en instrucción, en la que manifestó que aquella tarde a primera hora vio pasar a Francisca Jiménez en dirección a Tobarra y que ésta le saludo con la cabeza.

Además una cliente suya de Cordovilla, que estuvo con ella el 30 de junio, manifestó que el día antes le había comentado que tenía que estar en Tobarra al día siguiente, a las cuatro de la tarde, porque había quedado con un cliente.

Por otra parte, también declaró el jefe del acusado, que afirmó que éste le llamó para que dijera a la Guardia Civil que había estado trabajando el día de los hechos, a pesar de que un día antes lo había despedido. El juicio continuará el lunes con nuevas declaraciones.

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